- [Soukoku] El debía odiarlo, debía odiar a aquel chico que lo traicionó. Pero su corazón seguía latiendo tras recordarlo.
- [Shin Soukoku] Admitir que se querían fue algo difícil, pero ahora luchaban por que su relación funcione.
• Los personajes...
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"But I wonder, where were you? When I was at my worst down on my knees And you said you had my back So I wonder, where were you?"
Maps - Maroon 5
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No toleraba la idea de volver a ver a ese ser, si fuera por él evitaría verlo lo más que pudiera. Había pasado tres meses desde la primera vez que se volvieron a ver, pero recientemente tuvo que confiar su vida nuevamente en las manos de aquel chico. Aún recordaba el dolor que sintió al dejar que aquella entidad tomara el control de su cuerpo, el ardor de sentir las marcas en su piel. Pero lo que le dolió más, fue ver que aquel hombre se había ido, lo había dejado atrás nuevamente y otra vez, se sintió como un idiota por confiar en el.
En cuanto abrió sus ojos, el cielo nocturno llegó a él. Vio su ropa a su lado, pero no lo vio a él. Se sentó con cuidado, había olvidado lo doloroso que era activar la Corrupcion, el sentir sus huesos romperse, sus ojos arder, tocó su rostro pero no había ni rastro de sangre en este. Tomó aire antes de tratar de levantarse, pero su cuerpo dolía, quería gritar al verse abandonado en ese estado tan vulnerable. Pero no tardo en ver a su padre llegar, este le miro con una leve sonrisa al ver que se encontraba bien, lo cargo en su espalda, tomando luego sus cosas para así llevarlo de regreso a su apartamento.
Una vez llegó a este, acosto a su hijo en su cama. Quitándole luego los zapatos, la chaqueta y el chaleco que llevaba, acarició suavemente la mejilla del menor, le dolía ver a su hijo tener que sufrir por la corrupción. Muchas veces lo vio luego de sufrir por esta, odiaba con su alma verlo cederle el control a ese dios que habitaba en el. Estaba por irse, hasta que sintió como este se aferraba a su brazo.
— Papá...— lo llamo levemente, pues su garganta le ardía y sentía que si hablaba sus cuerdas vocales se terminarían quebrándo.
— ¿Que pasa? — se acomodó a su lado, mientras lo arropaba con las sábanas.
— Él me abandonó... otra vez — sintió una lágrima rebelde resbalar por su rostro, odiaba demasiado sentirse así por amar a aquel que le traicionó.
