Capitulo 14.

30 5 0
                                    

Era una mañana tranquila, Atsushi descansaba junto al azabache

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Era una mañana tranquila, Atsushi descansaba junto al azabache. Akutagawa habían insistido en quedarse junto a él en su apartamento por si las dudas, quería prevenir que alguien terminara dañándole.

Akutagawa acariciaba los cabellos albinos del menor, mientras mantenía la mirada fija en el techo del lugar, pensando en todo lo que estaba ocurriendo recientemente. No sabían los próximos movimientos de esos científicos y eso le preocupaba demasiado.

Pero nunca esperó esa llamada.

Le había dado su número a los agentes el día anterior, por precaución, pero no esperaba que la doctora le llamara para informarle aquello. El azabache contestó la llamada, obteniendo una noticia dolorosa.

Atsushi, quien había despertado hace unos minutos, logró escuchar las palabras de su compañera. En cuanto el azabache colgó la llamada, ambos se vistieron lo más rápido que pudieron y salieron corriendo hasta la agencia. Gin estaba herida.

Cuando llegaron a la agencia, Chuuya se interpuso en su camino, el menor logró ver los ojos rojos de este, había llorado.

— Akutagawa... escúchame — tomó las mejillas del menor, notando lo agitado que se encontraba.

— ¿Dónde está? — apretó sus puños con fuerza, temiendo lo peor.

— Está grave... atacaron durante la noche, Tachiara la trajo con las fuerzas que le quedaban hasta aquí — Black Lizard estaba cerca de la agencia, así que era más seguro llevarla hasta la doctora que hasta la sede de la mafia.

— Chuuya... ella...— sintió su cuerpo temblar, con una emoción que nunca antes había experimentado, miedo.

— Cuando entres ahi, recuerda que ella te necesita... no dejes que la ira te consuma — pidió, tomando ahora las manos del menor, la guió hasta la enfermería.

En cuanto esa puerta fue abierta, Ryunosuke sintió su mundo derrumbarse.

Gin estaba acostada en la camilla, las vendas cubrían su cuerpo y estaba utilizando una máscara de oxígeno. Se acercó sintiendo sus manos temblarle, en el tiempo que estaban en la Port Mafia, ella nunca estuvo en aquel estado.

Era una asesina experta, era letal. Él confiaba en las capacidades de su hermana, tanto, que nunca se imaginó que terminara en aquel estado.

Tomo la mano de la menor, aferrándose a esta. Sintió luego como alguien le abrazaba por detrás.

Atsushi había notado el malestar en su pareja, los Akutagawa eran muy unidos, vivieron un infierno que los hizo tener que sobrevivir matando. Si el estuviera en el lugar de Akutagawa, estaría igual de afectado.

Pero de alguna manera, sentía culpa. Los buscaban a él y a Nakahara, habían atacado a personas que les importaban y ahora Akutagawa pagaba las consecuencias.

Hated loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora