Capitulo 11

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"You, who smiled happily, are slowly leaving

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"You, who smiled happily, are slowly leaving.
empty space with no one
A night where sometimes
only long sighs are heard
You are sobbing alone in your heart."
Salient cry — Sray Kids.

Atsushi nunca solía entrar en el cementerio de Yokohama

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Atsushi nunca solía entrar en el cementerio de Yokohama. La única vez que pisó aquel lugar fue cuando estaba buscando a Dazai para llevarlo a una reunión en la agencia, pero ahora aquí estaba, cargando unos ramos de flores y acompañando a Chuuya.

El ejecutivo cada dos meses hacía una visita al cementerio, visitaba la tumba de sus amigos y de Oda, quitaba las malas yerbas y ponía flores nuevas. Ese día tenía previsto ir, así que, luego de llevar aquellas cajas a la agencia, le ofreció acompañarlo al hombre tigre acompañarle. Atsushi aceptó, pensando que le ayudaría un poco a conocer al ejecutivo.

La primera tumba que visitaron fue la de Oda, ya que era la única que estaba más separada que las demás. Tomo uno de los ramos que Atsushi llevaba, para luego agacharse y comenzar a limpiar los alrededores de la tumba. Colocando a continuación el ramo frente a la tumba.

— ¿Quién era? — recordaba haber visto aquella tumba, era la que Dazai había visitado tiempo atrás.

— Un buen amigo de Osamu... era un gran hombre — quizás el no era muy cercano a este, pero sabía que Oda Sakunosuke era una persona admirable.

— ¿Murió antes de que Dazai-san abandonara la mafia? — si había sido luego, sin duda abría sido un golpe fuerte para su superior.

— No, su muerte fue el motivo por el que se fue... — tomó un pañuelo para limpiar el polvo de la tumba— Oda siempre quiso que Osamu usara su inteligencia para el bien y no para el mal — sonrió levemente— estarías muy orgulloso de verle ahora, Odasaku — habló en un susurro, antes de levantarse.

Atsushi entendió que no debía preguntar más, no era el lugar ni el momento para hacerlo. Por eso en cuanto Nakahara comenzó a caminar, el lo siguió en silencio.

Lo guió hasta una zona un poco más alegada de las demás tumbas. Cinco tumbas habían en total, una al lado de la otra, Nakahara primero quitó las floreces marchitas, sacó las yerbas y limpió el polvo las tumbas antes de comenzar a poner los ramos sobre estas. En cuanto llegó a la última tumba, la que tenía el nombre de Albatross se sentó a modo de apoyar su espalda en la parte trasera de la tumba. Atsushi prefirió alejarse y esperar más cerca de la puerta al mayor.

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