- [Soukoku] El debía odiarlo, debía odiar a aquel chico que lo traicionó. Pero su corazón seguía latiendo tras recordarlo.
- [Shin Soukoku] Admitir que se querían fue algo difícil, pero ahora luchaban por que su relación funcione.
• Los personajes...
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"Maybe I'm foolish, maybe I'm blind Thinking I can see through this and see what's behind Got no way to prove it, so maybe I'm lying But I'm only human after all"
Rag'n'bone man- Human
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Cuando Atsushi y Chuuya llegaron a la agencia, ninguno esperaba encontrársela en ese estado. Las ventanas estaban rotas, habían rastros de pelea en el área y los agentes tenían a un hombre atado a una silla interrogándolo, al menos eso hacían hasta que ellos llegaron al lugar.
Akutagawa y Dazai en cuanto los vieron llegar, fueron hasta sus respectivas parejas para asegurarse de que estuvieran bien. Estaban preocupados y no sabían cómo decir aquellas palabras, aunque Nakahara pareció entender que estaba pasando. Habían sido atacados por esas personas que le buscaban.
— Me buscan a mi... ¿verdad? — cuestionó en voz baja, mordiendo su labio al intentar calmarse.
— Si... pero también te buscan a ti — el azabache miró a su pareja, quien parecía sorprendido de escuchar aquellas palabras.
— ¿Que? ¿Porque a mí? — cuestionó, no entendía que querían de él.
Los agentes se miraron entre ellos, no sabían que responder al respecto. Pero el guardia al que estaban interrogando, soltó una carcajada en cuanto vio a Nakahara.
— Tengo un mensaje para ti, Nakahara Chuuya — el nombrado enarcó una ceja, pero se acercó a él para escuchar que diría— Shirase me pidió que te dijera esto, "pagarás por habernos traicionado, pagarás por ser el monstruo que eres" —ante aquellas palabras, el pelirrojo terminó rompiendo el escritorio más cercano de un golpe, no podía creer lo que acababa de escuchar.
— Así que yo soy el traidor y el monstruo...— susurró, el castaño trató de acercarse pero fue detenido por Akutagawa.
— ¿Quien más lo sería? Te aliaste a la Port Mafia y dejaste a su suerte a las ovejas... quién sabe qué hiciste para llegar hasta dónde estás hoy en día, ejecutivo... o debería llamarte, próximo líder — esas palabras no solo hicieron hervir la sangre de Nakahara, sino que también la de Dazai y Akutagawa.
