-Jungkook, un alfa amante de las motocicletas y las carreras clandestinas, siendo el mejor en esto.
-Jimin, un dulce pero fuerte Omega, teniendo un gran amor por el violín, el baile y las gomitas.
¿Qué pasará cuando Jungkook escuche los rumores de u...
Jungkook iba a máxima velocidad cuando sintió que las manos de Jimin resbalaban poco a poco, decidió actuar por impulso y colocar las manos del pelirrubio más cerca, provocando que los corazones de ambos latieran a mil por hora.
-- Y dime, Jimin, ¿cómo aprendiste? ¿Te enseñó Taehyung? -- preguntó para aligerar un poco los latidos de su corazón.
-- No, un... amigo me enseñó. En esos momentos estaba viviendo fuertes crisis conmigo mismo --sonrió recordando--. Él fue muy especial para mí, aunque perdí todo contacto con él, lo tengo en mis recuerdos.
Jungkook no lo admitió en voz alta, ya que no se sentía en las circunstancias apropiadas para hacerlo, pero estaba celoso. Esa persona hacía que su chico sonriera.
Jimin se permitió admirar el hermoso paisaje que tenía enfrente, no eran edificios ni estructuras. Eran extensos prados verdes, siendo la única iluminación de este la gran luna llena que se podía apreciar esa noche tan hermosa.
-- Agárrate fuerte -- Jimin sonrió sabiendo lo que se aproximaba y acató la orden.
Jungkook, rectificando que no había más transeúntes por la zona, se permitió acelerar a 210 km/h. Una bella carcajada se escuchó por parte de su acompañante, provocando también una sonrisa en él.
Jimin soltó un grito de júbilo, se sentía tan vivo...
Nada importaba en ese momento. Era un recuerdo para ambos amantes, experimentando lo que para ellos es tranquilidad.
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-- ¡Eso fue fantástico! -- decía el pelirrubio con sus ojitos brillando, haciendo que el chico parado frente a él se perdiera en ellos. -- Debemos intentarlo otra vez.
-- Sí, lo fue. ¿Me estás pidiendo una cita? -- Jungkook aún estaba concentrado viendo a Jimin y debatiendo consigo mismo.
-- Sí.
¡A la mierda, uno vive solo una vez!
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-- Jimin --
-- ¿Sí? -- contestó, dirigiendo su mirada hacia él.
-- Permíteme cortejarte -- soltó bruscamente, sorprendiendo al más pequeño -- Sé que sabes que estamos destinados y tal vez pienses que es innecesario, pero quiero saber de ti. Me llamas mucho la atención y no pude terminar sus palabras porque un dedito se posó en sus labios.
-- Jungkook, también quiero conocerte, saber más de ti y no solo porque seas mi destinado. Lo supe desde la primera vez que te vi, lo admito, pero no solo es por eso. Hay algo en ti que...
-- Me hace querer saber más de ti -- dijeron al unísono, haciendo contacto visual y sonriendo.
-- Entonces... ¿es un sí? --
-- ¡Por supuesto que sí! --
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