Rumores || kookmin AU

35

Jimin caminaba sin rumbo, debajo de la lluvia, completamente mojado y sintiendo la fría brisa sobre su rostro.

Él amaba la lluvia, pero en esos precisos momentos lo hacía sentirse sumamente miserable. Las sensaciones que lo estaban embriagando eran demasiado dolorosas, y sumando el hecho de que su lobo no daba señales de existencia, aumentaban más su malestar.

Su razonamiento quería respuestas para todos sus problemas, pero su corazón deseaba un respiro de tanto dolor.

Hace unos instantes, un mensaje había sido enviado a su progenitor, tomando una decisión que recibió una negativa como respuesta. Después de eso, varios textos y llamadas llegaron a su dispositivo, siendo completamente ignorados.

Jimin se preguntaba si realmente merecía pasar por esto.

Él realmente quería que Jungkook se quedara en su vida; él realmente amaba a ese chico. Se pregunta si él se daba cuenta de que quería que le llenara la cabeza de promesas que posiblemente solo fueran sueños vagos.

Él aún quería que pensara en él, quería que por lo menos le diera una señal de que aún sentía algo por él y no solamente fuera su estúpido lobo obligándolo a estar a su lado. Quería suplicarle que se quedara una vez más junto a él, que lo mirara a los ojos y le repitiera cuánto lo ama, pero tampoco culpa a nadie, ya que sabe Perfectamente que él ocasionó todo esto...

Luna, por favor, no me abandones aún más...

Pensó un Jimin con lágrimas en el rostro que pasaban fácilmente desapercibidas por las gotas de lluvia.

Llevaba una hora caminando sin rumbo fijo, solamente dejando que sus recuerdos lo guiaran a lugares nostálgicos. Sus pies eran arrastrados sin ganas de seguir moviéndose, subiendo escaleras y caminando distancias largas, hasta que, después de 30 minutos, se detuvo.
Su celular se detuvo, y no fue porque lo dejaran de haber buscado, sino que seguramente se había descompuesto por tanta lluvia.

Al llegar, sus ojos apreciaron el hermoso paisaje que tenía delante de él; como las luces de la ciudad parecían pequeñas estrellas entre tantos edificios, y la lluvia los cubría como un manto. La brisa tocó su cuerpo, provocando que se abrazara a sí mismo, y no era para menos, se encontraba completamente mojado.

Respiro profundamente, sintiendo dolor en la garganta. Camino hasta quedar recargado en los barandales de aquella terraza y simplemente saco todo lo que sentía. Lloro y grito desgarrando su garganta, pero no era solamente él; también su lobo sacaba todo el dolor que almacenaba y culpaba a su estúpido humano por creer en terceras personas y no ser aquella persona fuerte en la que tanto trabajaron juntos.

Su cuerpo se fue deslizando hasta quedar arrodillado frente a la luna, preguntándole por qué tenía que vivir todo eso.

No pensó en nada más que en su dolor, no sintió el tiempo correr ni siquiera si el clima había empeorado; se perdió en su sufrimiento y melancolía hasta que un calor lo regresó a la realidad. Unos brazos que conocía perfectamente lo rodearon.

--No llores --dijo mientras lo cubría con algo que le brindaba calor a su cuerpo--. --No vale la pena--.

Suki🦋