XI - Más

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Si algo había entendido Julian ni bien conoció a Lisandro, era que ese chico realmente se negaba a perder el tiempo.

Habían hablado solamente cinco minutos reloj ya que la hora en la que se conocieron no era la mejor, y mucho menos el contexto: muy tarde en la noche, un día de semana y con un muy ocupado Lisandro desempacando la enorme cantidad de cajas que había traído consigo al nuevo departamento.

"Problemas amorosos" había resumido el chico cuando Julian preguntó el motivo de la mudanza, mientras le dedicaba una sonrisa demasiado brillante y unos hombros alzados al castaño. Lucía tan despreocupado y juvenil que Julian se encontró a sí mismo devolviéndole la sonrisa de manera casi instantánea, sin perderse el detalle de los ojos de Licha corriendo por todo su cuerpo.

"Si no me escribís, vas a tener que bancarte mi cara de cachorrito mojado cada vez que me cruces por el depto" le había dicho mientras sonreía y anotaba su propio número de teléfono en el celular que Juli le había extendido.

"Aquel que tenga tu número y no te escriba es un tonto", había respondido él, en un impulso.

Se despidieron prometiendo juntarse alguna tarde. Y todo en cinco minutos.

Julian entró en su departamento en total silencio, pero con una sonrisa de lado en la cara. Las habitaciones estaban oscuras y se permitió a sí mismo recostarse contra la puerta de entrada, mosdisqueó su labio, pensó en lo que le había pasado y lo que había hecho las horas anteriores. Un cúmulo de cosas que todavía no sabía bien cómo procesar. Hacía semanas no tenía ni idea de cómo procesar lo que le estaba pasando.

Todavía sentía las manos de Enzo por todos lados. Su boca caliente, su cuerpo vestido con ese material que a Julian jamás le había gustado, pero ahora admiraba cada vez que el pelinegro lo lucía en su ropa, sentado encima de su moto casi tan reluciente como él.

Le resultaba ridícula la manera en la cual no podía parar de pensar en él. En todo él.

Pero ahora, además de las constantes emociones que la atracción por Enzo le provocaban, había otro tipo de sentimiento revolviéndose adentro suyo. El sentimiento que surgía a partir de haberse chamuyado a otro pibe, descaradamente, sin detenerse a pensar si eso estaba bien o si estaba mal. Sin importarle que fuera un hombre, y no una mujer como solía hacer.

Se estaba descubriendo a sí mismo a sus 23 años. Se estaba dando la oportunidad de probar después de no haberlo hecho ni una vez a lo largo de toda su vida, había comenzado a descubrir esa parte tan oculta de sí mismo. Y la idea de que era todo gracias a que Enzo había aparecido en su vida, lo hacía confundir todavía más.

Enzo, que había comenzado siendo únicamente su colega en la sala de profesores. Enzo, la persona más insoportable y descarada que Julian había conocido. Enzo, el que parecía tan empecinado en hacerle la vida imposible que Julian no pudo ver las verdaderas intenciones que ese hombre tenía con él.

La idea se instaló en la boca de su estómago de una forma agridulce. Por un lado estaba esta nueva realización de que, de cierta forma, Enzo lo había ayudado indirectamente a ser más él; que había sido el mejor sexo de su vida en repetidas ocasiones, que había tenido la facilidad de encontrar sus puntos más débiles y usarlos a su favor.

Y por otro lado, se encontraba el creciente miedo dentro de Julian por comenzar a sentir algo más por él. Algo que iba mucho más allá del sexo, que sobrepasaba totalmente esos límites que Enzo había impuesto entre sí. Un tipo de sentimiento que Julian no experimentaba desde su adolescencia, y al que le tenía un miedo horroroso por lo dependiente que podía llegar a ser de esa persona que lo atrapaba.

Y, aunque podría ser un poco tonto de vez en cuando, Julian sabía que justo Enzo no era la persona indicada para enamorarse. Sabía que había una brecha enorme entre "tener sexo con Enzo Fernandez" y "que Enzo Fernandez se enamore de vos". Era una distancia agigantada entre ambos contextos, que Julian sabía que estaba muy lejos de cruzar. O al menos eso creía.

difícil de entender [julian y enzo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora