difícil de entender [julian y enzo]

IX - Biologia

Julian cerró la libreta con fuerza sobre el escritorio, observó a cada uno de sus alumnos y finalmente sonrió. — Buen día, chicos. Hoy empezamos con el trabajo sobre acción social que ya les había comentado. — recordó.

Un bufido general llenó el aula y Julian ensanchó la sonrisa. En cualquier otro momento pensaría de manera instantánea en lo mucho que puede odiar a los adolescentes a veces, y en lo fácil que es irritarlo de manera absoluta a esta hora de la mañana, pero hoy no.

Se sentía raramente ligero y de buen humor, como si de pronto no le importara que este fuera el día de la semana en el cual había tomado más horas, y tuviera que estar hasta muy tarde dentro de ese gran colegio. No le interesaba, y sinceramente prefería no pensar en el por qué.

Porque estás bien cogido. No te hagas el
boludo.

Sacudió su cabeza alejando los pensamientos de forma inmediata, sintiendo ese calor tan característico subiendo por su cuello hasta su cara. Pensar en eso justo en este momento, cuando estaba empezando una clase, sería desatar un huracán del que no resultaría absolutamente nada bueno.

Ya había tenido suficiente pensando toda la noche en él; reprendiéndose a sí mismo porque, literalmente, jamás había sentido tanto placer con ninguna mujer. No sabía si era el hecho de haber acumulado tanta bronca hacia Enzo lo que lo había hecho estallar en todo sentido, también de placer, o si él había tenido relaciones mediocres durante toda su vida, o si, simplemente el sexo con hombres era mejor.

Decidiendo que era suficiente pensamiento, giró sobre sus pies anotando "Max Weber" en la pizarra, subrayando con una línea prolija y limpia. Su mano doblada tras su espalda tamborileó sobre su propia palma, estiró su cuello hacia los lados buscando liberar tensión.

Involuntariamente, flashes de lo ocurrido la noche anterior vinieron a su cabeza cuando, al sentir un dolor fuerte en su cuello, quiso preguntarse a sí mismo por qué le dolía tanto hoy, hasta que se puso colorado y se bardeó otra vez, porque el motivo era demasiado obvio.

Si vas a chupar un pija por primera vez en una posición de mierda, bancatela después.

Unas risitas provenientes de algún grupito de los alumnos llamó su atención, y volvió su vista a los chicos de forma inmediata con una ceja levemente alzada. Inspeccionó el aula rápidamente hasta que se topó con un par de chicas tapando sus bocas con las manos, intentando no reír y evitando delatarse.

Lástima. Eran demasiado obvias.

Julian esbozó una sonrisa acomodando sus anteojos su nariz. — Por lo general, no suelo encontrar ninguna forma para que enseñar la acción social sea algo divertido, alumna. — dijo, captando la atención de todos los alumnos que ahora miraban expectantes. — ¿Usted puede, por favor, guiarme hacia aquello que le resultó tan entretenido? — pidió de forma algo irónica.

Una de las tres chicas, de pelo negro y piel muy blanca, se puso colorada y bajó la vista avergonzada. — Disculpe, profe, no estábamos prestándole atención a la clase. — dijo, mordisqueando su labio.

Julian chasqueó la lengua. — Weber estaría algo ofendido si se enterara de que no les interesa su teoría. — bromeó, mirando acusatoriamente a las chicas.

Otra de las chicas chicas del grupito, la pelirroja, rio apenas y se miró divertida las uñas. — Si Weber estuviera acá, estoy casi segura de que estaría entretenido en observar otras cosas que llaman la atención, profe. — dijo tranquila, y la clase largó una risita de aceptación.

Julian frunció levemente el ceño, sin entender.

Su lado paranoico decía que, quizás, había alguna especie de signo en su cuerpo que dejaba en evidencia lo que había estado haciendo. Por otra parte, su lado más racional concluyó en que eran adolescentes y que a veces bromeaban sin demasiado sentido, con algún tipo de código entre ellos. Así que, simplemente, decidió aclarar su garganta y pedirle por favor a la clase que guarde silencio y se pongan a trabajar.