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TaeHyung soltó una risa y se envolvió en sus mantas para esperar al alfa que pronto aparecería por su ventana

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TaeHyung soltó una risa y se envolvió en sus mantas para esperar al alfa que pronto aparecería por su ventana.

Sus madres ya se habían encerrado en su habitación y sabía que no faltaba mucho para que cayeran dormidas, pues tomaban somníferos para poder descansar tranquilamente.

No pasó mucho tiempo hasta que vio la silueta de su alfa entrar por su ventanal, pisando con cuidado para no caer ni hacer tanto ruido. TaeHyung sonrió feliz y habló.

—¿La puedes cerrar? Hace frío. —emitió. JungKook acató la orden y no tardó en acercarse a la cama, sentándose, quitando sus zapatillas y se echándose en el colchón, bajo las mismas mantas que cubrían a su omega. —Hola. —le dijo, cuando estuvieron acostados cara a cara.

—Hola. —respondió sonriente el azabache, pasando una de sus manos por la cintura de su destinado para acercarlo más a él.

El rubio lo abrazó y pasó una de sus piernas sobre la cadera del contrario, apresándolo contra su cuerpo. Sintió el muslo del contrario posicionarse entre sus piernas, sabía que su alfa estaba desesperado por tocar, pero probablemente su conciencia lo detenía y ni siquiera decía nada al respecto. Tan lindo.

TaeHyung lo olfateó un poco, no sentía algún olor externo y eso lo ponía muy feliz. Soltó más feromonas para marcar al azabache, quien solo cerró los ojos y se dejó hacer.

Aún con los ojos cerrados, sintió una presión contra sus labios. Cuando entendió que su omega lo estaba besando, correspondió con calma, saboreando los belfos contrarios, tan suavecitos.

El rubio dejó muchos besos sobre su boca, luego se separó de ella y besó su barbilla, su mandíbula, hasta llegar a su cuello. Su lobo ronroneaba por el gusto de ser mimado y su corazón podría fácilmente salir de su pecho.

—Alfa...

—¿Mhm?

—Te quiero... Te quiero mucho, mucho. —susurró, abrazándolo con más fuerza.

—Yo también te quiero, Omega.

—No dejes que otros omegas dejen sus feromonas sobre tí.

El azabache soltó una risa nasal, a lo que Taehyung respondió mordiendo su cuello en protesta.

—Auch, ya sé, no me gusta tampoco, solo que me dio risa que lo dijeras de la nada. —explicó, abriendo los ojos. Le sonrió a su destinado y se inclinó a dejar besos sobre su boquita. —Solo quiero tus feromonas sobre mí.

Y así, entre besos, abrazos y algunas caricias pequeñas, ambos se durmieron con la luz de la luna entrando por la ventana, quien iba siendo cubierta por las nubes para no molestar a los enamorados, que iban descubriendo su amor conforme los libros iban acabando.

...
yo séeee que me re desaparecí pero amo mucho entre páginas como para dejarla en el olvido😞

- Sofia Refus.

Entre páginasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora