Taehyung se removió en su lugar de la cama, no quería despertar, su alarma ni siquiera había sonado para comenzar su día.
El aroma de su destinado llegó a sus fosas nasales, entonces fue consciente de los brazos que lo rodeaban y de las manos que daban caricias sobre su abdomen cubierto.
—Buenos días. —escuchó tras él. Su lobo movió la colita, contento de despertar con su otra mitad.
El omega se dio la vuelta para ver a su pareja a los ojos, se sintió tan enamorado que no pudo sostenerle la mirada y se escondió en su pecho, abrazándolo con fuerza.
—Alfa. —lo llamó, su voz sonando amortiguada. Jungkook pasó sus dedos por las hebras rubias del menor. —¿Qué hora es?
—No lo sé. —contestó. No había querido moverse para ver la hora, no quería abandonar la calidez de su omega ni mucho menos soltarlo. —Pero tu alarma aún no ha sonado.
—¿Por qué estás despierto? —preguntó, alzando la cabeza para mirarlo.
—No importa. —le sonrió, besando su frente. —Duerme un poco más.
Tae accedió a sus palabras solo porque seguía un poco cansado, de no ser así, se habría quedado despierto para pasar unos minutos más en compañía de Jungkook.
[...]
Jeon corría por los pasillos de la universidad, apartando a toda persona que se cruzara en su camino. Iba a llegar tarde y era completamente su culpa, suya y de su lobo que parecía no querer soltar a su omega cada que lo tenía entre sus brazos.
La hora se le había pasado por querer besar a su omega un poco más durante su despedida, después de que ambos desayunaran.
Estaba tan tan tan tan taaaan enamorado.
Al llegar al salón, todos lo miraron por su estruendosa llegada, el profesor lo vio algo sorprendido y él le sonrió con pena. Le dejó pasar, no supo si es que fue porque todavía no había comenzado o porque sintió lástima por él.
Entró a paso rápido y tomó asiento junto a su amigo Eunwoo, quien parecía ignorar su presencia mientras dibujaba unos diseños en su bitácora.
Lo codeó para que le hiciera caso, para que lo saludara, pero su adverso solo le hizo shh con la boca y siguió en lo suyo.
—Espera, estoy inspirado. —añadió en un murmullo, y él comprendió.
Sacó su celular del bolsillo, que se presionaba incómodamente contra su pierna por los jeans que se había puesto ese día. Tenía unos mensajes del grupo de sus amigos y también de su padre. Ninguno de Taehyung, pero lo había dejado arreglándose para salir así que supuso que estaba de camino a la universidad.
Vaciló antes de meterse en el chat de su papá. Suspiró por lo que halló dentro, no sabía porqué se decepcionaba tanto si ya estaba acostumbrado.
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