Fuego Fatuo [Avatar.2.]

Prólogo.

Esta roto, no tiene otra respuesta para el sentimiento desdeñoso que sube por su jodida columna vertebral, un parasito rastrero que busca anidar en su pecho vacío.

Como un trozo de alma que abandona su cuerpo mortal, llevandose cada gramo de alegría que compartió con el sujeto que yace acostado en una fría y plana cama de metal apunto de ser convertido en cenizas. Un buen y joven hombre, que soñaba despierto con un mundo alienigena al cual añoro desde su niñez con visitar, que fantaseo con sentir el cesped en sus píes descalzos y abrazar un puto árbol de verdad, un árbol vivo de corteza aspera, y no imágenes estáticas de su tableta.

Tiene los oídos cubriertos de algodón, la cabeza bajo agua, pero su vista es clara; observa con el alma fracmentada como su cuerpo es limpiado con saña por llamas rojas furiosas, carcomiendo piel, musculo y huesos, tan lentamente, deslizando el fuego en su cuerpo helado dandole un abrazo de despedida lleno de calor.

Alguien habla en su costado, una voz masculina que repite cifra tras cifra sobre el desperdició de recursos que vendría siendo Tommy con su prematura partida, un hombre muerto mas dentro de un mundo al borde del colapso, con la sobrepoblación al límite, la ambruna serpenteando entre mortales de cuerpos vacíos de verdadero calor, pero llenos de egoísmo y corrupción, anímicos por saldo inexistente para quienes sean clases bajas como ellos.

Como su hermano que sudó sangre para ingresar a su programa de estudió, donde tendrá un cuerpo falso para vagar en un mundo utópico y estudiar la fauna real, y no solo imagenes proyectadas en digital.

Se siente perdido, pero una fuerte mano calida lo mantiene anclado al mundo de los vivos, alejando la tentación de abrir la puerta que impide al incendio ser libre, y unirse a su hermano menor.

Su vision de tunel proyecta a una mujer, que susurra con voz de angel letargico, que todo podría mejorar.

°°°

Cuando es enviado atraves de la galaxia para llegar a su destino, sueña con ellos, con Tommy y...

"Jake, vamos; mueve ese culo gordo antes de que lo patee fuera de la cama." Es ella, nunca fue muy mañanera, no después de una buena ronda de sexo nocturno.

"Ayer alagabas mi bonito trasero, ¿Que paso ahora? ¿Tommy te pateo muy fuerte de madrugada?" El siempre amanece de buen humor despues de sus encuentros, ella solo necesita un poco de café para dejar de gruñir como animal rabioso.

"Metere mi mano y te arrancare los intestinos si no me das paso."

"Si, definitivamente eres un amor."

Se levanta, no puede evitar reír ante el almohadazo en su trasero, saliendo de sabanas calientes en toda su gloria desnuda para ir a darse un buen baño.

Encuentra a Tommy vivo, respirando, lavando sus dientes con lagañas en sus pestañas largas y su boxer rojo puesto al revez, dejando a la vista su espalda llena de arañazos, su cuello adornado con un collar de chupones y mordidas de aspecto doloroso en sus hombros.

"¿Ella tambien te hecho del colchón?" Tommy parpadea un ojo a la vez, la espuma del dentífrico goteando de sus labios finos magullados, callendo en el lavamanos de plástico.

"Amenazó con morderme los píes si no salía antes de contar a cinco." Informó, pasando su mano por su cabello similar aun nido de pajaros, desordenandolo aun más de ser posible.

"Vamos hombre, necesitamos un baño rápido, antes de que el dueño decida ser imbécil y cortar el agua caliente." Anima a Tommy, justo después de que limpio el dentífrico, pero extrañamente, su ropa interior yace tirada fuera del baño antes de que terminé de hablar.