𝗟𝗲𝘁'𝘀 𝘀𝘁𝗼𝗽 𝘁𝗵𝗶𝘀 𝘀𝗵𝗶𝘁 [031]

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Me había levantado, otro día había comenzado, talle mis ojos con mis manos y me levanté de la cama.

Me dirigí al baño para hacer mis cosas. Luego de eso me dirigí para cambiarme, hoy me quería cubrir todo mi cuerpo ya que iba a salir.

Había encargado unas armas a uno de mis amigos que se encontraba viviendo aquí, así que debía salir, ¿Tenía ganas? Claro que no, estaba cansada, tenía sueño, mis ojos estaban con ojeras, creo que el único que me podía ayudar era el maquillaje.

¿Ir sola a buscar armas? Claro que si, el lugar no quedaba tan lejos, además claramente podía defenderme.

Retoque un poco mi cara con maquillaje y cepille mi cabello, ya que se encontraba alborotado.

Tome un bolso grande que era especialmente para cargar las armas, debía disimular, así que ya tenía un plan por si alguien me encontraba.

Me largue de el departamento y fui directo a la casa de aquel hombre.

[...]

¡Michael! ¡Me alegra verte!- dije viéndolo, dándole un cálido abrazo.

¡Mía! ¡Hace mucho no te veo! Estas tan grande- dijo Michael.

Michael era un tipo grande, al rededor de unos sesenta años, lo había conocido gracias a su mujer, ella me había enseñado lo que soy hoy, su esposo (Michael) era uno de los que podía confiar, era uno de los vendedores de armas de confianza.

Su esposa Hannan había muerto, Michael era viudo por así decirlo. Los había conocido desde los quince, tenían un hijo, el cual me enseñó el estudio.

¿Cómo as estado?- pregunté sonriendo.

Bien, estuve con Lucas pasando algunas vacaciones ya sabes- dijo este guiñando su ojo izquierdo.

Me alegro que seas feliz Michael- dije sonriendo.

¿Tú? ¿Cómo estuviste?- preguntó este.

Bien Se podría decir, estoy siendo buscada por la policía- dije riendo.

Me enteré, te vi en las fotos, ten cuidado niña- dijo este señalandome.

La tendré- respondí sonriendo.

¿Se puede saber en qué problema te metiste?- preguntó.

Bueno, mate a Petter, quería matarme a mi y a mis amigos- respondí.

Te convertiste en toda una sicaria- dijo este riendo.

Si, no es nada bueno cambiar de ciudad sucesivamente- respondí.

Entiendo, ¿Te irás de nuevo?- preguntó.

Si, Italia- dije riendo.

¿Lo de siempre?- preguntó Michael.

Si, sólo lo de siempre- respondí sonriendo.

Este se dirigió hasta otra parte para buscar aquel pedido.

El lugar había cambiado, ya no solía tener siempre cortinas rojas, ahora eran blancas, ya no tenían las mismas ventanas y más.

Aquí tienes tu pedido, las balas son un regalo- dijo Michael sonriendo.

Encerio gracias Michael- respondí.

No es nada, Úsalo con precaución- dijo este riendo.

Lo haré, me alegra volver verte, Mándale saludos de mi parte a Lucas- dije sonriendo.

Lo haré- dijo sonriendo.

Nos volvimos a dar el mismo cálido abrazo de antes como despedida.

Adiós Michael- dije despidiendome.

𝗔𝗺𝗮𝗿 𝗘𝘀 𝗠á𝘀 𝗗𝗶𝗳í𝗰𝗶𝗹 𝗤𝘂𝗲 𝗠𝗮𝘁𝗮𝗿. ; Tom And Bill Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora