𝗕𝗹𝗼𝗼𝗱, 𝗲𝘀𝗰𝗮𝗽𝗲 𝗮𝗻𝗱 𝘀𝗽𝗲𝗲𝗱 [038]

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Narrador Omnisciente.

El ruido de máquinas conectadas en el cuerpo de Mía era totalmente desesperante.

Su herida no había sido tan profunda, por suerte, pero si era grave.

La respiración de ella se había vuelto con normalidad, el corazón de aquella chica latia con desesperación, pero a la vez con tranquilidad.

Los ojos de la chica estaban completamente cerrados por la anestesia que está contenía.

Los médicos empezaban a coser aquella herida que tenía, las agujas especializadas pasaban y salían de su piel.

No se encontraba en el hospital de la prisión, era una gran casualidad, ya que el escape que ella iba a intentar necesitaba un hospital que no fuera el de la prisión.

Ella quería fingir que se había herido, pero no creyó que eso se convertiría en una realidad.

Mía aunque estuviera anestesiada sentía los puntos que hacían sobre su piel.

Luego de unas dos horas la cirugía había terminado, habia salido a la perfección.

Ahora la chica se encontraba en su camilla, durmiendo plácidamente, debía bajar la anestesia.

Su cuerpo estaba frío, y su abdomen rojo.

No traía ropa, ya que por la cirugía la habían cortado, sólo llevaba la bata azul que era del hospital.

Sus cabellos castaños estaban Enredados.

Sus pensamientos estaban mezclados, recordaba las palabras de su padre, cuando la llamaba "idiota", "ingenua"

Cuando Harry abuso de ella, cuando fue feliz con sus dos gemelos...

Mía Pov:

Había despertado después de varias horas.

Podía sentir el resplandor de la luz, pegar mi rostro.

El dolor de aquella herida era gigantesca, no podía moverme bien, ya que si lo hacía, mis puntos iban a saltarse.

Mi rostro estaba cansado, tenía ojeras, varias ojeras.

Note mi cuerpo, estaba con aquella bata que en los hospitales te entregan, sabía que cuando estabas herido o te debían operar, tu ropa iba a estar rota, pero, ¿Ahora que iba a ponerme?

Mi corazón palpitaba, y palpitaba, por aquel dolor creciente en la parte del abdomen.

Veo que ya despertó- dijo el médico con una sonrisa.

Gracias- sonreí agradeciendo.

¿Por qué? Usted fue la que resistió y fue fuerte- respondió el hombre.

Usted fue el que me salvó, creo que sin usted no estaría aqui- respondí sonriendo.

Este no respondió y me dio una cálida sonrisa, mientras este examinaba unos papeles que estaban en sus manos.

¿Qué es eso?- pregunté confundida.

Son sus datos, necesitamos estar seguros de que esta bien, por ahora, será vigilada por tres policías en la salida- dijo el médico negando con su cabeza.

¿Perdí mucha sangre?- pregunté.

Bastante, necesita recuperarse, debe quedarse recostada y quieta, si no sus puntos se saltarán- respondió el médico, mientras levantaba un poco la camilla.

¿En cuanto tiempo estaré bien?- pregunté.

Wow, no vayamos tan rápido, de todas formas, eso depende de cómo te mantengas saludablemente- respondió el médico mientras jugaba con su lapicero.

𝗔𝗺𝗮𝗿 𝗘𝘀 𝗠á𝘀 𝗗𝗶𝗳í𝗰𝗶𝗹 𝗤𝘂𝗲 𝗠𝗮𝘁𝗮𝗿. ; Tom And Bill Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora