𝗜 𝗯𝗿𝗲𝗮𝘁𝗵𝗲, 𝗯𝘂𝘁 𝗜 𝘄𝗮𝗻𝘁 𝘁𝗼 𝗱𝗶𝗲 [033]

197 26 1
                                    

¿Qué quieren?- pregunté.

Sacarte de aquí- dijo Tom mirándome.

Puedo sola, no necesito la ayuda de idiotas- respondí.

Mía, porfavor- dijo Bill mirándome.

No, basta Bill, no quiero hablar con ustedes- dije mirando las rejas

Mía, carajo escuchame- dijo Tom casi gritando.

Cállate Tom, no es un lugar para que grites- dije en el mismo de tono de voz que el.

Tu lo estás haciendo- dijo Bill señalandome.

Ya, basta, váyanse, no quiero hablar con ustedes- respondí.

¿Crees que nos importa la mierda que quieres? Nos vas a escuchar quieras o no- dijo Tom enfurecido.

¿Quién se creen ustedes dos para decirme lo que tengo que hacer? Váyanse a la mierda ambos- respondí enojada.

Mía, encerio te amamos- dijo Bill.

Hay cállate Bill, yo sabía que no debía meterme con ustedes pero me equivoque- dije mirándolo.

No me jodas- dijo Tom tirando su cuello hacia atrás.

Tu vete al carajo Tom, tu no querías que me enterara- dije mirándolo.

Porque No queríamos que suceda esto mujer, ¿Qué mierda no entiendes?- respondió Tom.

Mía, encerio íbamos a decirte, la apuesta fue todo una mierda para intentar acercarnos a ti- dijo Bill.

Váyanse al carajo ambos- dije sin más.

¡Hicimos todo para estar cerca de ti!- dijo Tom gritando.

¡Yo me entregue por ustedes!- respondí de la misma manera, con lágrimas en los ojos.

Oigan dejen de gritar- dijo el oficial golpeando la mesa.

Disculpe- dije mirándolo.

¿Ahora te haces la buena?- dijo Tom.

Eres un puto idiota, tu y tu hermano, váyanse a la puta mierda- dije sin más y me levanté de mi asiento.

Al menos dinos como contactar a Michael- dijo Bill tomando mi brazo.

Busquen en mi armario ahí va a ver una nota donde está la ubicación de Michael- respondí sin más y me fui del lugar.

¿Problemas?- preguntó el oficial con una sonrisa.

¿Es usted oficial o psicólogo?- respondí sarcasticamente.

Mira niña, tengo derecho a hacerte preguntas y tu debes contestarlas, no estamos en la mierda de Tokyo- dijo el oficial.

Oiga a Tokyo lo respeta, que mejor que está ciudad es- respondí.

Este no respondió y abrió la celda, para tirarme bruscamente dentro.

A la princesita no le fue bien en su visita- dijeron burlándose.

Cierren la puta boca o se las cierro- dije mirando a todas.

¿A besos? Porque si es así me dejó- respondió una de las mujeres riendo.

A golpes- dije con una sonrisa.

Estas no respondieron y se dieron la vuelta.

[...]

A dormir chicos- dijo el oficial pasando su bastón por las rejas, provocando ruido.

Se apagaron las luces y me tape, hacia mucho frío.

Buenas noches princesita- dijo Meredith dandome un beso en la mejilla.

𝗔𝗺𝗮𝗿 𝗘𝘀 𝗠á𝘀 𝗗𝗶𝗳í𝗰𝗶𝗹 𝗤𝘂𝗲 𝗠𝗮𝘁𝗮𝗿. ; Tom And Bill Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora