༄ La táctica

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Valerie POV

Me desperté con un cansancio de puta madre, sobre mi rostro había una tela blanca, bastante suave pero que al momento desapareció permitiendome tener una breve vista del auto. De inmediato cerré los ojos, no hice ningún moviendo, me quedé estática, con los ojos cerrados pero atenta de todo.

— Ya conseguiste la inscripción de Valerie? Si quieres pue... — Inicio mamá.

— El director Alex nos confirmó que está dentro, solo debe ir a llenar unos papeles para completar la inscripción, pero eso es todo — Completo Liam, el amigo de mamá y subdirector de mi nuevo instituto.

— Gracias Liam — Dijo amablemente, como siempre mamá. Dirigió su vista a mi, lo sentí, se mantuvo firme allí, creo que examinando cada aspecto de mi rostro, estoy segura que sabe que estoy despierta.

— No hay de que, Alicia. Si tienes algún problema en el futuro con Valerie, no dudés en contactarme.

— No se preocupe, no será necesario — Fue lo último que pronunció mamá, antes de entrar al silencio, no uno incómodo, se sintió tranquilo, bueno, para mí. Todo el camino hacía San Francisco fue largo e incontable, soy una persona que odia los viajes en auto, no se que hacer, ni a donde mirar, lo más probable sería dormir, dormir y dormir, ese es mi estilo.

La ciudad de San Francisco es "cómoda", mamá la describe así, nunca me he quedado por más de tres días, y el objetivo de este viaje es vivir allí lo que resta del instituto, no acompañada... Sola, nada más que mi compañia. Este año seré solo yo, junto a mi vida, mis materias y posibles amigos, si es que puedo hacer alguno.

— Alejandra, despierta, estamos entrando a San Francisco — Me miró con su brillo característico, con esa mirada me daba a entender que estaba entrando a mi nueva vida y el uso de mi segundo nombre en esa frase me hizó sentir unos ciertos nervios en mi tripa.

— Ya era hora — Rasque mi nuca, mientras observaba la gran ciudad, el vientos me daba directo al rostro, podía sentir el aire, mientras mi cabello revoloteaba en todas direcciones. La ciudad estaba iluminada por el sol, que daba señales de esconderse pronto, se veían algunas personas caminar por la acera. El sonido de los autos, era melodía para mis oídos, como venían e iban, cerré mis ojos por un momento, me sentí libre, en el silencio, si se puede describir así. Era un sentimiento nuevo, único y diferente, tantos años de venir aquí y nunca me había sentido tan... Yo.

— Faltan pocas calles y ya estamos en la residencia. Ve tomando tus cosas, cariño — Canturreo mamá mientras se giraba hacía mí.

— Claro — Miré a mamá y asentí. Tomé mi mochila y la pase por mi brazo, mientras volvía a tomar mi postura.

Pasarón unos cuantos minutos hasta poder ver un letrero que decía "Residencia Matt". Mamá parqueo en frente y me hizó una seña para salir con el Señor Liam; obedecí al instante, tomé mi maleta, y me apoye al lado del carro, esperando la gran despedida que iba a recibir, algunos consejos y posibles advertencias.

— Alejandra... — Me tomó de las mejillas, clavando sus ojos color café en mí — Hoy empieza tu vida, sin mamá ni papá cerca, solo a unas 5 horas de paso — Susurró muy cerca de mi, para hacer la conversación más íntima y olvidarnos de Liam, que nos veía atentó — Quiero decirte que te diviertas, disfruta del instituto, has nuevos amigos, esta vez no fijaré una lista interminable de reglas, estás por tu cuenta y tu instinto — Profundizó más la mirada, dando a entender su táctica, no me estaba dejando libre, solo esperaría a que cometiera un error – Ya te dí todo lo necesario para que puedas estar libre — Sonrió de lado — Cuídate — Beso mi mejilla y me sonrió. Ya sabía que esa sonrisa no era inocente, tenía su truco escondido.

— Lo mismo digo — Junte mis labios en una línea firmé, junto a una mirada penetrante.

Gire en mi propio eje con la maleta en la mano y empecé a caminar con pasos firmes, sabiendo que a mis espaldas venía Liam, se quedaría allí por un rato, lo escuche en el auto... A qué? Ni idea.

— Así que... No vemos, Valerie.

— Si... Nos vemos, Liam — Ofrecí mi sonrisa más falsa, intentando tapar todo lo ocurrido minutos antes.

Ante mis palabras, Liam asintió y desapareció por las escaleras. La residencia no era un lugar tan grande pero también tenía su encantó. Me tomé el tiempo para observarla detalladamente, había un mueble de color café a la izquierda del gran salón que nos cubría, al frente de el, habían ciertos poters informativos, sus paredes eran color rosa claro, que se extendía por todo el lugar hasta desvanecerse hacía las escaleras. En la parte del centro, había una alfombra de diseñador, algo que no puedo describir... Demasiados colores en una sola cosa.

— Buenos tardes ¿en qué te puedo ayudar? — Salí de mis pensamiento rápidamente para centrarme en el chico de cabello castaño que sonreía con exageración.

— Soy Valerie Adam — Dí mi sonrisa más amable y me apoye en la mesa de recepción — Ya me encuentro registrada con el nombre de Alicia Adam.

— Alicia Adam... — Rebusco en la computadora, fruciendo el ceño — Sí... Habitación 20, piso 3 — Me extendió la llave — Si tienes algún problema, puedes recurrir a mi, estoy disponible, a menos que sean cosas innecesarias.

— Ehh... Gracias.

Al tomar la llave hice un gesto con la cabeza para agradecerle, acto que respondió con una sonrisa.

Minutos después ya me encuentraba en mi habitaciones, tenía un color rosa claro, como todo el edificio, había una cama a la izquierda, con un escritorio a su lado y arriba de el una ventana diminuta, un armario a la derecha, no muy grande, y con un tocador a su lado.

— Perfecto — Suspiré, tirándome en mi cama y recorriendola con la pama de mi mano, se sentía amueblada, cómoda y reconfortante.

— Perfecto... Qué? — Me ví interrumpida por una chica de cabello miel, ojos grisáceos y sonrisa de porcelana, un 10/10 — Eres Alejandra? Soy Katherine.

— Sí, pero preferiría que me llamaras Valerie.

— Ok, Valerie — Dejó su maleta en la cama de al lado que no me me dió tiempo de mencionar— Así que... ¿Vas a estudiar en Fiberton?

— Sí, tú igual ¿cierto?

— Ohh... Ya estudió allí desde hace tres año, esta es mi habitación desde mucho — Modificó su postura, recostadose contra la pared — Y créeme que conozco a todos y se que no eres uno de ellos — Me miró fijamente, penetrando su mirada y la mía — Nueva — No tuvo que preguntar, era evidente. No era una pregunta, era una afirmación.

— Al parecer sabes mucho... Eres — No tuvo que esperar a que completara la frase, ya lo sabía.

— Popular? No, no necesitas ser popular para saber lo que pasa allí.

— ¿Quieres contarme?

— No creo que quieras saber... A lo mejor te doy una información incorrecta, quizás es mejor tener tu propia experiencia... No digo que el instituto sea malo, pero hay ciertas influencias que no lo hacen tan agradable... Tal vez sea la existencia de Harrison.

Katherine no me dió la información, en su lugar se tiró en la cama y me dió la espalda. Estoy segura que esa "experiencia" sería muy interesante, no había escuchado nada del instituto que me llamara la atención, pero con tan solo decirme "ciertas influencias" y "Harrison" ya se me habría un poco más la mente.

Prohibido por Harrison ⒸDonde viven las historias. Descúbrelo ahora