༄ Katherine Ross

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Valerie POV

El sol me dió justo en lo ojos, como una especie de farol en una noche estrellada. Sentí que había dormido toda una semana. Mis párpados estaban débiles por el reflejo brillante que daba de la pequeña ventanilla. Todo mi cuerpo estaba en reposo y no daba señales de moverse en ningún instante.
Estaba cansada, me había desvelado toda la madrugada junto a Katherine, mientras bebíamos sin parar, hablando de todo y de nada a la vez, compartiendo anécdotas de pequeñas y riéndonos sobre todo.

Durante todo la semana, Katherine no saco el tema del chico, lo hizo a un lado, como si nunca hubiese pasado, yo podría haberme entrometido pero preferí respetarla. Además, ya no era rollo mío, si ella prefería cerrase, estaba bien por mí.
Y con esta resaca de la gran putada, no podía pensar en el porqué de su silencio. Puede que respete su decisión pero lo cotilla no me lo quita nadie.

— Santa mierdaaa ¡Valerie! — Gimoteó, me arrancó de un solo pestañeo la manta y me jaló — ¡Es lunes!

— ¿Y eso significa? — Cuestione incrédula.

— ¡Significa inició del instituto! — Gritó, sacudiéndome — Tenemos — Giró su vista al reloj de que adornaba la pared — Treinta minutos para bañarnos, vestirnos y salir antes de que alguna de nosotras llegue tarde a su primera clase — Fijo sus ojos en la pared, reposaron allí un breve momento con certidumbre y desespero — ¡Veintinueve!

— ¿Y qué esperamos? — La empuje, tomé un toalla y entré al cuarto de baño.

— ¡VEINTIOCHO MINUTOS! — Gritó eufórica.

— ¡DEJA DE GRITAR Y VE A DUCHARTE! — Grité de la misma forma.

༄༄༄༄

Katherine y yo corríamos por las calles de San Francisco como dos fugitivas, con el cabello desordenado y con una posible marca de la cama. Habíamos perdido el autobús y la otra parada estaba abarrotada. No nos quedó de otra que correr dos calles completas para llegar a tiempo.

— ¡Nos queda quince minutos! — Hizo una pausa y tomó aire — ¡Así que mueve ese culo!

Casada, puse mis ojos en blanco y tomé más aire.

Minutos más tarde, ya nos contratamos en la esquina de la calle del instituto. Tome más aire y empecé a correr más rápido, dejando a Katherine atrás. Estaba cansada pero ya no podía parar, estaba a unos solos pasos y llegaba a la entrada. Apresure más mi paso y llegué, tomé aire y me apoyé en mis rodillas, levanté la vista y casi me caigo para atrás.

— ¡KATHERINE! El maldito instituto está cerrado — Giré en su dirección — ¿No nos quedaban quince minutos? — Me frote la cara y suspiré — ¡ME CAGO EN MIS... AHHH! — Grité — Mamá va matarme, ella estaba esperando que cometiera un error y este... — Solté un risa irónica, negando — Este es el maldito error. Me va a enviar a un maldito internado por irresponsable. — Negué rotundamente y empecé a caminar de un lado a otro — Liam va a llamarla y le dirá que no... ¡POR IRRESPONSABLE! — Negué — No, no, eso no puede pasar — Tome mi teléfono y busque el contacto de Liam — Aun puedo llamarlo, evitarlo — Empezó a sonar el teléfono... Un, dos, tres... Sonó la contestadora — ¡No puede ser! ¡Hijo de puta! — Volví a tomar el teléfono y volví a marca. Pero me paré al instante, haciendo que Katherine soltara un: ¿Qué?
Colgué y pase mi vista a Katherine.

— Katherine — Profundicé mi vista — ¿De dónde sacaste que hoy es lunes?

— ¿Ayer no fue domingo? — Me miró confundida.

Prohibido por Harrison ⒸDonde viven las historias. Descúbrelo ahora