༄ Las drogas y sus consecuencias

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Valerie POV

Los días en esta ciudad pasaban en cámara lenta, lo sentía, era una clase de espejismo, que se desvanecía lentamente, con calma y sin freno. En mi hogar todo era a voladas, con el acelerador a mil por mil, de aquí para allá, con problemas en medio y tanto en que pensar. Mamá era uno de esos problemas, para que ella estuviera "feliz" tenía que hacer todo perfecto, sin un breve error; ella es complicada, como un código, sin embargo yo trataba de descifrarla, buscando una pizca de sentido en su mirada. No digo que mamá sea un problema malo, solo que formaba parte de mis rollos, algunas veces de forma negativa y otras positivas, dependiendo de la ocasión.

Mamá y yo hemos estado juntas desde siempre. Desde el 15 de septiembre, cuando llegue al mundo, con cara redondita y lloriqueos, en los brazos de mamá mientras ella lloraba de felicidad y papá sonreía. Y de allí nació todo, las sonrisas, los días tristes, los juguetes, las amistades y el amor entre la familia. Así fui creciendo con un nudo de felicidad y amor hogareño.

Con respecto a papá, el siempre ha sido paz y cariño, es una de esas personas que demuestran gran carácter pero que son un amor por dentro. Cuando hay un problema es el primero en calmar las cosas para hablar y solucionar todo, así es conmigo y mi hermano menor Dilam.
Con mamá es más difícil de controlar, incluso papá es inmune a su campo de batalla, es como si te hiciera un hechizo, es imposible no rebatirle cuando ella te ve como si fueras un pequeño e insignificante bicho.

— Ya pueden salir — Ordenó Maya, la profesora de Física.

Durante toda la clase nos tuvo indicando cómo y cuándo debíamos entregar el próximo proyecto. Era un trabajo en grupos de cuatro, pero aun no había nombrado los grupos, además que es una clase compartida con los de segundo año, y creo que se le hace más difícil de organizar.

Así había pasado los días, de clase en clase, conversaciones con Katherine desde mañana, tarde y noche, comiendo sin control y durmiendo todos los fin de semana hasta tarde. Esta vida me encanta, no tenía que preocuparme por nada, ni nadie, eso era lo mejor.
Pero en estos momentos no les voy a explicar lo demás, ya debo ir a comer.

— Buenos días, Señorita Adam — Habló Owen señalando con la mano un puesto vacío a su lado. Hace unos días Owen y yo habíamos creado una amistad, creo, a pesar de que lo evite y use todas mis armas para alejarlo, el siguió insistiendo, hablándome y utilizando todas sus tácticas más eficaces.

— Buenos días, Owen.

Si te soy sincera, el tener una nueva amistad no sienta mal, puede que me negara pero está más que bien. Aunque ese detalle no pienso comentarlo en voz alta jamás.

Ambos empezamos a comer tranquilamente mientras esperábamos la llegada de Katherine, quien me acaba de enviar un mensaje diciéndome "Estoy en clase de el Señor Gilsom, tal vez tarde un poco o bastante"

Todo nuestro alrededor estaba de lo más tranquilo hasta que ciertas miradas se dirigieron a una chica que venía entrando a la cafetería.

— Chicos a que no adivinan el chismesote del que me enteré — Pasó la chica por nuestro lado corriendo hacia una mesa del fondo y antes de alejarse por completo logré escuchar : Volvieron a inscribir a Sophia, la acabo de ver en la clase de Geografía.

— ¿Quién es Sophia? — Susurré con el ceño fruncido, mientras observaba cada uno de los movimientos que hacía mi compañero.

El me miró por un instante, seguro pensando si de verdad era lo correcto contarme lo que le pasaba por la mente. Pero yo no aceptaría un no como respuesta, el iba a contarme cada detalle de esa chica. Estoy segura que era una chica influyente en el instituto o al menos popular para dudar tanto a la hora de responderme. El continúo viéndome, pero esta vez no percibí ese brillo divertido que lo envolvía, esta vez portaba a una mirada severa, sin duda alguna esa chica era importante. Después de unos cuantos minutos Owen tomó aire y lo soltó sin anestesia:

— Sophia es el viejo rollo de Lucas, los dos se enrollaron el año pasado. Todo se empezó a dar en la fiesta de ultimo año, donde ambos se conocieron; Sophia era la novia de Christian, el ex mejor amigo de Lucas, ya sabrás porque dejaron de ser tan amigos. El caso es que Christian y Sophia salían desde hace un año y a muchos no dejaron claro que iban en serio, pero fue hasta esa noche que todo se destrozó. En esa misma fiesta Lucas se acostó con Sophia y eso no fue todo, si no que en medio... Ajá, de eso, Christian entró a la habitación y los encontró, así de cruel fue todo, no necesito pruebas para dejarla. Nadie se esperó su separación, todos estábamos convencidos de que eran mentira los rumores sobre su ruptura, hasta que el mismo Christian nos demostró que todo era verdad cuando lo vimos dos semanas después de lo sucedido empezar a ligarse a chicas del mismo grupo social de Sophia — Owen se inclinó un poco más a mi para contarme lo ultimo y se aseguró de que nadie nos estuviera viendo — Días después nos enteramos que Sophia se había retirado del instituto y se había mudado con su tía a San José — Dijo mientras se distanciaba.

— Primero quiero saber una cosa — Analice su mirada, postura y forma de hablar para descubrir algún secreto oculto en sus movimientos. Era imposible averiguarlo, estaba tan serio y recto que no daba indicios para poder descifrarlo — ¿Lucas es el chico rubio de ojos azules? — El castaño a mi lado asintió con la misma postura.

— Es de segundo año y es una piedra en el culo, es parte del grupo de Harrison y por lo que he visto también son mejores amigos. Creo que lo único bueno en el es que no es un maldito drogadicto — Susurró.

Stop hasta aquí... ¿Harrison? Ese apellido rondaba por mi cabeza desde hace días, tenía el presentimiento de que lo que le iba a preguntar era la completa verdad, ya no necesitaba confirmación pero aun así me atreví a preguntar:

— ¿Harrison? ¿Drogadicto? — Las últimas palabras las pronuncie en un susurro.

— Valerie ¿Tú que sabes de Harrison?

No se, nada en realidad pero el no lo debía saberlo, tenía que ver lo que yo sabía que el queria ver, una Valerie neutra, que sabía de lo que estaba hablando, así que sin rodeos solté lo más coherente que vino a mi cabeza y lo único que podría salvarme.

— Creo que lo necesario — Mantuve un tono firme para no generar ninguna duda — Katherine me contó lo importante — Use mi mejor carta: Katherine, por ella me saltaría el "No, no es nada importante"

— Si, Valerie — Suavizó la mirada — Alessandro es un chico que entró en las drogas de forma tan repentina que nos sorprendió a todos, sobre todo porque viene de una familia muy importante en la ciudad. Puede parecer tan normal como todos pero si supieras en los tantos problemas que se ha metido, y lo más sorprendente es que su familia no lo frena — Suspiró — Antes era diferente, buenas notas, metas fijadas, chico de casa... La verdad nadie sabe lo qué pasó con el, mucho menos que lo llevó a lo que es ahora.

— Alessandro Harrison — Asentí. Ese chico era Harrison, el encargado de la tienda, el cabello negro, rostro frío, ojos marrones, alto, postura y pasos relajados.

— El y su familia son influyentes, al igual que Benji Reynol. Ambos son amigos desde casi siempre, me sorprende que aun Benji no allá caído en lo mismo, con esa mala influencia a su lado es lo más probable que pueda pasar — Asentí de vuelta, me encontraba analizando cada una de su palabras, conectado pistas y intentando mantener mi postura de "lo sé todo"

Por esto es que Katherine dijo lo de mala influencia, la propia experiencia y otras cosas que no recuerdo. Alessandro Harrison era un chico que al parecer daba del que esperar cosas malas, no me lo espere, para nada. Y esos problemas en los que se enredó me dió a entender que eran tan turbios como su propio apellido. No puedo concretar una respuesta correcta a sus problemas pero pronto los iba a descubrir. Ya vamos a ver de qué es capaz Alessandro Harrison, y de lo que yo misma puedo llegar hacer.

Prohibido por Harrison ⒸDonde viven las historias. Descúbrelo ahora