Prohibido por Harrison Ⓒ

༄ Plan: Harrison

Valerie POV

No conocía nada de Harrison, ni quién era, ni mucho menos que tenía que ver con todo lo que dijo Katherine. Me consideró una persona persuasiva pero en esta ocasión, no me funcionó, Katherine no solto nada, me dejo en blanco, y faltaba dos semanas para empezar el instituto ¿cómo conseguiría la información hasta entonces?

— Buenos días, Valerie — Saludó mi compañera de habitación, me ofreció una sonrisa y paso a tumbarse en su cama — ¿Cómo te va el día?

— ¿Cómo me va el día? No lo sé... No he podido salir porque no conozco la ciudad — Me encogí de hombros.

— Así que... ¿Me estás ofreciendo de forma indirecta que te muestre la ciudad? — Curvio los labios y alzó las cejas en sincronía.

— Si eso significa no estar en estas cuatro paredes — Me gire alrededor de la habitación — Me parece bien.

— Bien, iremos... Tú solo sigueme — Se levantó, cogió su caja de maquillaje y entró al baño, gritando: ¡No te vayas así, pareces turista!

Y la verdad eso era, no conocía ni lo mínimo de esta ciudad, era muy grande para lo que estaba acostumbrada pero podía adaptarme.

— Bien — Le grité de la misma manera — Pero que pesada — Susurré y me tiré en la cama, abriendo los brazos y las piernas.

Todo esto no lo hacía precisamente con las intenciones de conocer la ciudad. Mi objetivo es pasar más tiempo con ella, ganar su confianza y sin pronunciar una palabra permitirme tener información del instituto, claro con ciertas palabras sueltas. Aunque la culpa la tiene ella, porque yo no pregunté nada, tal vez debió quedarse callada para que yo no metiera mis narices en el asunto. Y mencionar a "Harrison" lo hizo más interesante, quizás sea un maton o drogadicto del instituto, de eso vendrá la mala influencia. Se que parezco un poco loca, haciendo estrategias para gilipolleces, pero que va... Cosas así no pasan una sola vez y lo más importante, no tengo nada que hacer, además, mamá dijo que hiciera amigos y eso intento. Quizás me haga amiga de Harrison...

༄༄༄༄

Mi idea de estar con Katherine por más tiempo era horrible, me arrastraba a cada almacén que veía y quería comprar todo. Creo que debí pensar en una manera más fácil de sacarle la información.

— No sabes las ganas que tenía de venir aquí pero no tenía con quién, ahora te tengo a ti — Comentó sonriente.

— No te vayas acostumbrando a mi compañía, no soy de... — Hice una mueca — Esto — Señale la tienda y pase a recostar mi espalda en la pared.

Katherine me ignoró y no hizo ningún comentario, en su lugar pasó por mi lado y entró a otro almacén. La iba a seguir pero algo me hizo quedarme de la misma manera. Un chico pasó por mi lado, llevándose toda mi atención, llevaba unos vaqueros azules oscuros, junto a una camisa negra, era alto y tenía el cabello rubio, una piel totalmente blanca, caminaba con zancadas grandes y relajadas, con un paso confiado y firme.

— Alessandro — Saludó el chico a uno de los encargados — ¿Listo?

El chico a su lado, respondió con un si de cabeza,  mientras ambos compartían una mirada que no pude entender. Lo siguiente que hizo el rubio fue gritar: ¡EHHH... Andres, Alessandro se va conmigo, regresamos tarde, no nos esperes!

Yo aun mantenía mi vista fija en el rubio, cuando pasaron por mi lado. El giró su vista hacia mi al pasar, era una mirada profunda y penetrante, casi intimidante, a pesar que conéctanos pocos minutos y mi poca concentración intervenía, noté que tenían un color azul, claros, como el mar.