E X T R A

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Cuando tratas de recordar al pasado puede ser doloroso, porque son pequeños instantes que nos hacen sentir la ausencia de “algo”, como si fueran una herida abierta que se niega a cerrar

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Cuando tratas de recordar al pasado puede ser doloroso, porque son pequeños instantes que nos hacen sentir la ausencia de “algo”, como si fueran una herida abierta que se niega a cerrar. Siempre con la idea de que nunca dejara de doler.

Y de hecho eso fue la vida después e Catra y Bow, durante meses se sintió como si el invierno hubiera llegado y al mismo tiempo se negara a abandonar los pasillos repletos de murales, pinturas y memorias de una vida que ya no existía.

Pero como todo en la vida el invierno también se marchó, se fue como un invitado que nunca fue esperado, pero se quedó hasta que estuvo seguro que todo estaría bien. Al inicio se pensó que esa frialdad era solo dolor, pero no fue así.

Con cada mirada discreta de Adora a Glimmer, entre cada risa por alguna broma tonta, entre los interminables abrazos del pequeño magicat a la reina, entre todos esos sentimientos el invierno se marchó al mismo tiempo que el pequeño Arrow nacía, se fue cuando Adora y Glimmer comenzaron a amar de nuevo. Y esta vez estaban seguras de que nunca más volvería.

(…)

Glimmer miraba con atención el plan de construcción de escuelas en etheria, después de la guerra habían decidido preparar a las próximas generación en un sistema educativo que los apoyara a seguir sus pasiones y sueños, un sistema que les pudiera brindar la seguridad que por años ellos no pudieron tener.

-¡Él bebe hablo!- grito Finn entrando al estudio -¡Él bebe dijo algo! ¡Yo pensé que estaba roto y por eso no hacia ruido! ¡Pero hablo!- explico el pequeño magicat con emoción jalando el vestido de la reina -¡Vamos!

La pelirosa estuvo a punto de derretirse de ternura por el pequeño gatito a quien le brillaban los ojos por la emoción, así que no se resistió lo tomo entre sus brazos y dejo pequeños besos en sus mejillas logrando que Finn riera y tratara de alejarla porque se ponía rojo.

-¡Glimmer!- esta vez fue Adora quien entro corriendo con el pequeño Arrow en brazos -¡Hablo! ¡Dijo sus primeras palabras!

-¡Ves es verdad!- apoyo Finn con brillo en los ojos -¡Mi hermanito hablo! ¡No está roto!

La mirada de Adora parecía la de una niña emocionada, por un momento imagino a pequeña Adora con el uniforme de la Horda corriendo con su escuadrón, con esa alegría que podía enamorar a cualquiera. Ella era hermosa.

-Layskull- balbuceo el pequeño señalando el mural de She-Ra y las princesas –Layskull.

-¡Grayskull!- corrigió Finn bajando de los brazos de Glimmer –Estas solo un poquito roto, pero poquito.

Adora camino hasta Glimmer quien recibió al pequeño bebe besando su frente y acomodando su pequeña playera que estaba machada por pintura, el pequeño Arrow tenía un parecido asombroso con Bow y su sonrisa era todo lo que cualquier persona necesitaría. Era un pequeño sol.

-Layskull- repitió el pequeños llamando la atención de su madre.

-No puedo creer que no lo escucharan hablar antes- confiesa Glimmer acariciando la mejilla del bebe –Este pequeño habla desde hace semanas.

-Eso es trampa- exclama Adora haciendo un puchero –No me lo dijiste antes.

-Quería que te emocionaras- confiesa la reina desviando la mirada con un ligero sonrojo –Pero prometo compensarlo esta noche, te tengo una sorpresa.

Adora lo duda por unos instantes pero después asiente para besar rápidamente a la reina quien corresponde, Finn cubre sus ojos con el rostro rojo y la atención del pequeño Arrow es robada por el mural, puede reconocer a casi todos en él, desde los guardias hasta a las princesas pero dos figuras resaltan como desconocidos. Un arquero y una magicat.

(…)

Adora mira al pequeño Arrow dormir abrazado de Finn, no puede evitar acariciar las orejas del pequeño magicat con cuidado como lo hacía cada noche, antes de la muerte de Catra la vio observar al pequeño de la misma manera, tiempo después entendió que era debido a las garras del pequeño pues cuando era pequeña pudo ver en más de una ocasión como Catra se hería a si misma por accidente. 

-Una vez leí un libro donde decía que las garras de los magicats te pueden decir el tipo de vida que llevan- comento Glimmer abrazando por la espalada a Adora –Así que no tienes que preocuparte por Finn.

-Lo sé- confiesa Adora con una sonrisa mirando a su pequeño –Pero me gusta hacer esto, me gusta mirarlos dormir, son demasiado adorables como para perder un minuto de ellos.

Glimmer asiente recargándose en la guerrera que parece enfrascada en sus pensamientos, desde hace un par de meses Adora ha pensado seriamente en la idea de proponerle a su esposa tener otro bebe pero en ocasiones siente que sería apresurado y lo que menos quiere en el mundo es que la mujer a la que ama se sienta presionada.

-Por cierto, ¿Había algo de lo que querías hablar?- cuestiona Adora tomando la mano de Glimmer y besándola con cariño.

-Creo que deberías sentarte antes- a conseja la pelirosa desviando la mirada por la vergüenza, a pesar de llevar más de un año estando con Adora aun lograba ponerla nerviosa.

-De acuerdo- la guerra no pudo evitar soltar una risita ante la reacción de la reina.

Glimmer tomo un poco de aire colocando su mano en su corazón en un intento por calmar sus propios latidos, dentro de ella había un mar de sentimientos con olas enormes para un pequeño barco que apenas comenzaba a navegar.

-Oye, mírame- pide la rubia tomando la mano libre de la reina –No tienes que tener miedo, te amo así que puedes decirme lo que quieras.

Los ojos azules de Adora dejaban ver la ternura algo que calmo considerablemente las inseguridades en Glimmer quien se acercó a un pequeño mueble de noche sacando una pequeña caja color dorado de uno de los cajones.

-Yo sé que no hemos hablado de esto y no estaba en los planes- la voz de la chica comienza a temblar –Pero creo que tienes que saber esto- exclama dejando la caja en las manos de Adora quien mira curiosa la caja.

La guerrera abre la caja mirando con asombro el contenido, su corazón late tan rápido y esa emoción tan conocida regresa a ella, la emoción de saber que la mujer que amas espera un bebe tuyo, un bebe producto de un amor tan grande que crea otro ser para compartir ese amor.

-Lo siento mucho, yo sé que debí de cuidarme mejor- la voz rota de la pelirosa provoca que Adora se ponga de pie con miedo –Perdóname

-¡Que!, No, no, no, no llores Glimmer, por favor- pide abrazando con fuerza a la chica quien se aferra a ella –Mírame- exclama tomando el mentón de la chica y mirándola con cariño –No hiciste nada malo.

-¿No estas enfadada?- cuestiona la reina bajando su mirada.

-Amor, yo jamás podría enojarme contigo- asegura Adora con una sonrisa radiante –Pero te das cuenta de esto, Glimmer tu y yo tendremos un bebe, ¡Tendremos un bebe!

Antes de que la pelirosa pueda reaccionar Adora la está cargando, celebrando de forma tan ruidosa que es totalmente seguro que los pequeños terminaran por despertar en cualquier momento.

En la habitación se puede sentir ese amor que comparten ambas mujeres, se puede ver en cada abrazo, en cada “te amo” y en cada momento en el que sus miradas se cruzan. Ese tipo de amor que ni siquiera el invierno podría derrumbar.



























Que linda relación.
Con cariño: A Real Hero.

Lost Things |GlimadoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora