Capítulo 07

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ᴛʜᴇ ʟᴀꜱᴛ ʟᴇᴛᴛᴇʀ
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Los árboles se meneaban de un lado a otro por culpa del viento que los comenzaba a azotar sin piedad, el murmullo de la gente llegaba hasta mi oído al igual que el canto de los pajaritos que deben tener un nido no muy lejos de donde me encontraba, y puedo jurar que a pesar de que antes me agradaba, ahora era todo lo contrario.

El bullicio y el tumulto de gente me causaba pánico.

Las nubes comenzaban a juntarse con la única intención de ocultar el cálido sol que entibiaba a la ciudad, y quizás también los corazones de algunos, pero para todos no servía porque el mío seguía igual de frío desde ese horrible día.

Si alguien pudiera concederme un solo deseo, definitivamente y sin siquiera dudar pediría y diría que quisiera retroceder el tiempo. Lo haría con tal de impedir lo que el destino me quitó y que formaba una parte de mi vida.

Porque lo eras.

La caja azul de terciopelo aún se mantenía en mis manos, apegada a mi cuerpo, y con cada segundo afianzaba más el agarre sin soltarla por un solo segundo. El único pensamiento que tenía en estos momentos era que podría caerse y arruinarse el hermoso regalo que me tenías.

Y es lo que menos quiero.

— Hijo, preparé algo para comer. -me dice mi madre apenas llegué a casa. Me quité los zapatos, besé su mejilla y negué varias veces.

— No tengo hambre, mamá.

Fue lo que contesté y aunque sé que debía comer por mi propio bien, no podía. El apetito se me iba apenas despertaba y recordaba lo que había pasado y las fuerzas se me iban al darme cuenta que los días seguían su curso, pero yo me sentía estancado en el momento en el que me llegó aquella fatal noticia.

¿Cómo podría avanzar sin ti?

Al subir las escaleras y entrar a mi cuarto cerré con pestillo la puerta para que nadie viniera a molestarme, porque quería ver el contenido de lo que tenía en mis manos con tranquilidad.

Me senté en mi cama y entremedio de mis piernas acomodé la caja que era del tamaño ideal. Mis manos comenzaron a sudar y tiritar de los nervios que me causaba todo esto, mis ojos se nublaban y lo único que deseaba era hacerme bolita en mi cama.

Por un segundo desvíe mi mirada hacia el velador que tenía al lado solo para poder mirar el cuadro que contenía una foto de nosotros dos juntos. Si te soy sincero siempre la observo antes de irme a dormir, pidiendo lo mismo de siempre y qué sé que no se cumplirá.

Ahora observaba la caja y con mis manos saqué delicadamente la cinta que la mantenía cerrada, abrí la tapa de encima y no pude evitar tapar mi boca para detener el sollozo que iba a salir desde mi garganta al ver su contenido.

Eran las cartas que tanto ansié por ver.

Estaba solo en mi habitación, y es por eso que me permití llorar por varios segundos sin despegar mis llorosos ojos de las cartas y de la flor que había encima.

Tomé aire y luego lo boté pesadamente.

La flor que había dentro la saqué y la dejé con delicadeza al lado de mi pierna flexionada, con mis manos aún temblorosas tomé la primera carta y la abrí para comenzar a leerla. Por un segundo mi corazón se detuvo y mordí mi labio para no llorar más porque si lo hacía mis lágrimas caerán a la carta y la escritura se arruinaría.



8 de julio del 2021

Hola mi Jiminie, ésta es la primera carta que te haré de entre tantas otras más que podrás leer en el momento indicado, así que no te sorprendas si es cortita ¿okey?

ᴛʜᴇ ʟᴀꜱᴛ ʟᴇᴛᴛᴇʀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora