Atado a Ti // Eruri [Omegaverse]

II

[ Levi ]

Al día siguiente desperté temprano y empaque mis maletas y la de mi hermano las dejé cerca de la puerta.

-Eren- Lo muevo lentamente. -Despierta-

-Mm- Abre sus ojos lentamente. -¿Qué pasa?-

- Levántate, te tengo una noticia-

-¿Qué cosa?- Se sienta en la cama.

-¡Nos iremos de aquí!-

-¿Cómo?, no entiendo- Dice el niño con los ojos abiertos.

- Bueno... Un cliente requiere de mis servicios personalmente y nos ofreció vivir en su casa para estar cerca-

-Ah... ¿Osea que nosotros vamos a vivir con él?-

-Si, ¡pero ve el lado positivo vamos a salir de aquí!- Brinco de la cama. -Vamos, te bañare para que estemos listos, un auto vendrán a recogernos-

-¡Si!-

-Vamos- Sonreí y caminamos al baño. Nos duchamos y nos vestimos adecuadamente. Eren llevaba una camisa de vestir negra y unos jeans azules oscuro con unos conversé, yo llevaba un pantalón negro y una camisa de botones blanca y unas zapatillas negras.

-¡Levi!- Grito Hange entrando a la habitación.

-¿Si Hange?-

-Un señor te busca, dice que viene a traerlos, ¿te vas?-

-Si... El señor Smith requiere mis servicios en su casa-

-Ah... Bueno los extrañare- Los abrazo.

-Nos vemos tía Hange-

-Nos vemos amiga- Sonrió y tomo las maletas, salimos de la habitación y bajamos hasta el Lobby del hotel, encontrándome con un calvo con algunas arrugas en su rostro.

-¿Es usted el joven Levi?-

-Si, señor...-

-Pixis- Extiende su mano y Levi corresponde. -Lo llevaré con mi señor, porfavor- Hace un espacio para que Levi y el pequeño avancen.

-Woah- Fuera de hotel había una limusina grande de color negro que los esperaba.

-¿Subiremos a eso hermano?-

-Si...- Dije como niño pequeño y caminamos hasta la limusina.

-Dejeme ayudarle- Abre la maletera y sube las ya mencionadas, luego les abre la puerta.

-Gracias- Eren subió primero y luego yo. El señor Pixis subió y empezó a conducir, pasado una hora llego hasta la salida de la ciudad y condujo a un lugar algo apartado de la ciudad a lo lejos se veía una gran mansión rodeada de vegetación. La limosina se estacionó frente a la entrada y los portones no tardaron en abrirse, llegamos a la entrada donde ahí esperaban unos sirvientes, uno de ellos nos abrió la puerta así que baje y luego mi hermano, lo tome de la mano y agradecí.