Mírame ┃ JENLISA

13: Te eché de menos

Jennie luchaba con dos pesadas cajas en los brazos, intentando meter la llave en la puerta de su dormitorio.

"Oye, Jendeuk. Date prisa. Esta almohada no se está haciendo más ligera".

Se dio la vuelta para mirar a Jisoo, que estaba de pie detrás de ella sosteniendo nada más que una almohada y arrastrando una maleta con ruedas.

"Ya que tienes una mano libre, podrías ser útil y abrir la puerta".

"No. Ya tienes la llave fuera. Sólo tienes que girar y empujar. Puedes hacerlo".

Jennie por fin consiguió abrir la puerta y la abrió de una patada con el pie. Dejó caer las cajas al suelo y miró de nuevo a Jisoo, que se movía despreocupadamente con la maleta y tiró la almohada sobre la cama vacía.

"Me alegro mucho de que te hayas ofrecido a venir y ayudarme a desempaquetar", dijo Jennie, con la voz cargada de desdén.

"Es un placer, Kim. Encantada de ayudar. Además, nunca dejo pasar un viaje por carretera. Ya lo sabes.

Jennie puso los ojos en blanco. "Vamos. Tenemos que hacer al menos tres viajes más desde el coche".

"Necesito un descanso", gimoteó Jisoo.

"Te voy a apuñalar".

"Bien, bien. Tan gruñona. Gracias a Dios que has vuelto a Nueva York para que por fin puedas echar un polvo".

"¿Quieres parar de decir que necesito echar un polvo?"

" Bueno, lo necesitas".

Jennie acompañó a Jisoo a la puerta mientras bajaban al coche para coger otro cargamento de cajas.

Por fin estaba de vuelta en la Universidad de Nueva York y a sólo cuarenta minutos de su novia. Después de despedirse de Somi, que había vuelto a la universidad en California, Jisoo insistió en llevar a Jennie de vuelta a la Universidad de Nueva York, ya que quería pasar más tiempo con su mejor amiga antes de regresar a su ciudad natal, ahora desierta, puesto que la mayoría de sus amigos ya habían vuelto a la universidad.

"Esto apesta", anunció Jisoo mientras volvían al dormitorio con más cajas.

"¡Te ofreciste a ayudarme!"

"Esto no. El hecho de que se haya acabado el verano y tú y Somi me hayan abandonado otra vez".

"Mi oferta sigue en pie. Puedes venir a verme cuando quieras. Será bueno tener a mi mejor amiga aquí más a menudo".

"¿Lo prometes?"

"Lo prometo. Ya veremos qué fines de semana nos vienen mejor a los dos. Además, estoy segura de que a Lisa también le encantaría verte".

Jennie maniobró para abrir la puerta una vez más y cuando estuvieron dentro y dejaron las cajas en el suelo, se dieron cuenta de que no estaban solas. Una chica rubia estaba sentada frente al escritorio en el lado opuesto de la habitación, cerca de la cama que ya había sido ocupada antes de que Jisoo y Jennie llegaran. Se levantó para saludar a las chicas.

" Whoa. Eres nueva. Hola, soy Jisoo". Jisoo extendió la mano.

"Hola. Soy Rosé." Estrechó la mano de Jisoo y se dirigió a estrechar la de Jennie.

"Soy Jennie. Tu nueva compañera de piso".

"Encantada de conocerte. Espero que no te importe, me he instalado en este lado de la habitación".

"Está bien. Soy zurda así que el lado izquierdo funciona mejor para mí, de todos modos."

"Bien." Rosé se volvió hacia Jisoo. "¿Tú eres la amiga?"