"Iseul es una chica que vive en el 2023 que es enviada a los 80's con una misión: Hacer que su padre no conozca a Jiyu, la mujer por la que dejó a su madre. Sólo tiene un mes para cumplirlo, pero en el transcurso de su viaje al pasado conoce a Sungh...
" Todo era tan natural y fresco, nadie seguía a nadie, todos tenían algo que los diferenciaba del resto."
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Caminar por las calles de mi ciudad treinta y siete años antes del 2023 era como visitar otra ciudad, no había alcantarillas abiertas, ni baches en las calles, no había gente tomando fotos a su comida, sólo había gente comiendo. Las avenidas estaban atestadas de adolescentes vestidos de manera extravagante, estaban vestidos de manera que los chicos de mi época no se vestirían, pero pude localizar una que otra prenda que se estaba volviendo a usar en mi año.
Su vestimenta para mi era algo extraordinario, cuando mamá me contaba de esto no creía que fuera tan maravilloso y liberal: Las chicas podían llevar el cabello rizado, voluminoso y alborotado, con grandes moños en la cabeza o incluso sin ningún tocado en la cabeza se veían preciosas, los colores flúor brillaban en blusas, mayas, accesorios de todo tipo, maquillajes marcados y labios morados. Los hombres vestían más de mezclilla, más sencillos, unos jeans rasgados, chaquetas de cuero negras, cazadoras, camisas polos, cabellos desordenados. Todo era tan natural y fresco, nadie seguía a nadie, todos tenían algo que los diferenciaba del resto.
En cambio yo, era una más del montón del 2023 y mi moda cambiaba constantemente siempre que veía algo que me gustara en las tendencias, mi pelo rubio cortado perfectamente en capas que bajaban por mi espalda sin terminar de llegar a mi cintura, y un maquillaje de lo mas ligero pero con una rutina de piel con pasos bastante estrictos detrás.
—¿En serio soy tan extraña? —Le preguntó a Mina que flota a mi lado.
—Si, esos pantalones están tan fuera de lugar —Dijo mirando mis pantalones cargo favoritos.— y eres... ¿Cómo decirlo sin que te sientas herida? Y Ruedo los ojos, pero luego veo a los lados para ver si alguien me mira. Y si, así que lo dejo.
—Sólo dilo.
—Sin chiste y fea.
—Gracias.
—A tu servicio.
—¿Ellos... pueden verte? —Le preguntó sigilosamente dando vuelta en una esquina.
—Nah, pero a ti.... ¡No puede ser!
Me jala para regresar, me estampa contra la pared y gruñó molesta.
—¿Qué diablos te pasa?
—iTu papá!
Abro los ojos sorprendida. —¡¿Mi papá?! ¿Dónde?
—Sentando. En la acera con sus amigos. Tienes que hacer algo.
—¿Y que hago? —Chillo.
— ¡Yo que sé, tu eres la de la misión!
Me asomó un poco, la calle esta medio vacía, las únicas personas son los cuatro chicos sentados en la acera y otros parados frente a ellos, están platicando mientras ríen. Buscó entre los chicos con sudaderas de colores y puedo identificar a los cuatro chicos sentados, uno de ellos es Jake, mi padrino... ¡Esperen un momento! iMi padrino Jake! El es un hombre demasiado gracioso, adora a sus hijos y ama su esposa. Y luego esta el tío Riki, es el "tío" soltero que se cree joven, demasiado ebrio para ser una mala persona. Jay, mi padrino Jay también esta ahí, tomando una Coca Cola de vidrio vestido con una cazadora de mezclilla, no puedo negar que es guapo, tiene el cabello negro azabache y su flequillo le cae por la frente, su nariz respingada lo hace ver completamente atrayente, y su labio roto lo hace ver como todo un chico malo, ahí sentado es una gran foto para su instagram.
