Es Domingo por la mañana, afuera hace muchísimo frío tanto que ha empezado a nevar. Hemos decidido salir a desayunar a un restaurante cerca de la casa donde sirven unos excelentes roles de canela y unos hotcakes deliciosos. Este es mi último año en la ciudad, él próximo tendré que ir a Canadá a la universidad, papá me dijo que existen muy buenos planes escolares y que aunque aveces no sientes los dedos del frío, se puede acostumbrar. Papá y mamá han estado mejor que nunca, ya no he visto más a Minari, pero se que ella si me ve a mi, sobre mi tía, escuche que encontró a un Español que la enamoro en su viaje a España.
Ya lo he comenzando a superar, si se lo preguntan, he escondido en un lugar seguro el regalo de Sunghoon para no verlo más y no sentir tanto, aunque es imposible, no puedo olvidarlo. La vida se ha comenzado a tornar demasiado vacía, siempre me dije a mi misma que el día que me enamorará de alguien no dejaría que influyera tanto, pero me había dejado llevar y envolver por aquellos ojos, por aquella medía sonrisa ladina y ese lunar cerca de su ojo...
Tantos años lejos de mi. No me he animado a preguntarle que fue de él, sé lo que me dijo Mina, pero no lo que esta sucediendo en esta vida, en este momento.Miro por la ventana. Realmente espero, que este mejor que yo.
Han pasado exactamente un año. Desde la última vez que vi a Sunghoon. Y parece que pasado años, su imagen en mi cabeza parece como una grabación de VHS, su tacto, sus palabras, se borran conforme gente, nombres, lugares se suman a la gran lista de cosas por recordar.La universidad de Toronto es magnífica, es en realidad más de lo que imaginaba, he conocido muchísima gente, pero las únicas personas con las que me siento realmente bien es con Yena y Matt, una pareja de Pickering, Ontario que toman clases conmigo. Ellos me han ofrecido un lugar donde quedarme, a cuarenta y cinco minutos de aquí, quedaba demasiado lejos, pero si yo pagaba la cuarta parte de los gastos de la casa, lo demás era "completamente gratis". Así que tuve que aceptar, encontré trabajo en una pequeña tienda de abarrotes con la señora Graham, una viejecita de siempre buen humor.
—¡Iseul! —Me grita desde el mostrador, es sábado por la mañana, es cuando la tienda se "llena" así que de todos los días, es el más cansado.
—¿Si, señora Graham? —Le digo desde donde estoy acomodando unas latas de sopa.
—¿Podrías traerme unas rodilleras de esas que se usan para el patinaje artístico?
Me detengo de golpe, ¿rodilleras para...¿Tenemos eso?
Me levanto dejando las cajas medio vacías y me asomo para poder ver a la señora mirando hacía mi dirección. —En donde están? —Le pregunto avergonzada, pues aún esta hablando con el cliente, que lo tapa unas de esas cosas que dan vueltas que están llenas de postales y cartas de cumpleaños.
—En la bodega —Me dice tranquilamente. Voy y las busco, cuando regreso, la señora aún sigue platicando, es tan raro que haya sucedido eso, principalmente porque pierde muy rápido el hilo de la conversación debido a su edad, pero ella parece feliz y contenta.
Camino hacía ella, le dejo el par de rodilleras sobre el mostrador de madera. —Aquí tiene...
—Gracias —Todo mi cuerpo se estremece, esa voz es tan parecida a alguien que me eriza la piel. Sus ojos son del mismo color, incluso su sonrisa es igual.
Pero algo no cuadra. No es él. Mi corazón sigue golpeando fuertemente contra mi pecho. Salgo despavorida con las mejillas sonrojadas a mi escondite detrás de las latas. Lo veo despedirse de la señora Graham, pero no sin antes echar un vistazo hacía atrás, nuestras miradas chocan, mi corazón da un vuelco y luego él, desaparece por la puerta haciendo sonar la campanita.
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Welcome to the 80's | Park Sunghoon ✓
Fanfic"Iseul es una chica que vive en el 2023 que es enviada a los 80's con una misión: Hacer que su padre no conozca a Jiyu, la mujer por la que dejó a su madre. Sólo tiene un mes para cumplirlo, pero en el transcurso de su viaje al pasado conoce a Sungh...