"Iseul es una chica que vive en el 2023 que es enviada a los 80's con una misión: Hacer que su padre no conozca a Jiyu, la mujer por la que dejó a su madre. Sólo tiene un mes para cumplirlo, pero en el transcurso de su viaje al pasado conoce a Sungh...
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Él no ha regresado a la tienda desde hace mucho tiempo. Y eso ha comenzando a asustarme. Cada vez que suena la campanita, corro a ver de quien se trata, no pasa de ser una señora o un señor en busca de herramientas. Me siento en un banco al lado de la caja registradora esperanzada a que de nuevo vuelva a aparecer Sunghoon, pero no lo hace, por al menos... Tres meses.
He vuelto a la universidad y cada día es más pesado, no sé si es porque realmente me cansa ir o porque al llegar a casa todos los pensamientos se me cargan en los hombros. ¿Será que me ha recordado ya? ¿O quizá nunca lo hará? Detrás de aquellos vidrios recién limpios pasan centenares de personas al día, pero ninguno es el que yo quiero. A veces me pongo a pensar en que habría pasado si aquella mañana no le hubiese hecho caso a Minari, si aquella mañana simplemente hubiese dicho que no y jamás hubiese intervenido en las cosas del destino, si de algo me ha servido ver centenares de películas de ciencia ficción con mi padre es que nunca te metas con las lineas del tiempo, puedes salir dañado.
En este caso, la dañada fui yo, ¿de qué me sirvió juntar de nuevo a mis padres si de todos modos dos años después tendría que venirme a Canada? No puedo admitir que escuchar de nuevo la voz de mi madre con aquella chispa de alegría me hace sentir que valió la pena, pero yo he tenido que cargar con las consecuencias, me he enamorado de un chico del pasado que ni siquiera me recuerda y no se ha parado aquí desde hace meses, incluso después de pedirle él mismo a Mina que lo trajera de vuelta para estar conmigo. Es demasiado frustrante, sobre todo cuando recuerdo la primera vez que lo conocí: aquella presión en el pecho se hace presente siempre que las luces de disco y música antigua se disparan por mi mente, creando un perfecto escenario donde la estrella es Sunghoon, con aquella hermosa sonrisa.
Minari realmente no me entiende, quiere que le de tiempo a Sunghoon de recordarme pero han pasado casi cuatro meses y parece haberse esfumado del mundo entero, no he visto a nadie de su familia rondar por aquí a pesar de que la señora Graham jura verlos todos los días, tal vez tenga razón, tal vez no los veo porque mi mundo se centra en Sunghoon y deseo verlo sólo a él.
Tengo miedo de que al no recordarme haya decidido marcharse, que haya dejado de sentir aquella necesidad de estar en este lugar por algo y que haya desaparecido la curiosidad de saber de quien se trata la chica rara de la tienda. No lo quiero perder, no otra vez, me dolió escuchar que Minari me mintiera cuando dijo que él en esta época estaba casado con alguien que no era yo y que posiblemente tendría una hermosa familia, me duele saber que Sunghoon haya tenido que renunciar a todo eso y que yo sólo este sentada en este maldito banco de madera, deseando que vuelva, deseando que sea de nuevo él que se sacrifique. Pero no sé que hacer, el ente maligno que flota y se transforma en ser humano ha estado muy ocupada ligando al chico Seokmin del departamento de al lado, Matt y Yena están demasiado ocupados con lo de su boda que es en dos semanas, así que si, estoy sola, a pesar de que la señora Graham trata siempre de alegrarme el día haciendo chistes sobre el señor que trae las frutas pues con su nombre se puede hacer una conjugación muy graciosa, pero un poco grosera.
