Llegar a San Marcos ha sido más extraño de lo que esperaba. Las historias que Muriel me ha contado sobre este lugar parecían exageradas, pero al caminar por sus calles, no puedo evitar sentir que hay algo en el aire. Es como si el pueblo respirara secretos, y yo estaba a punto de desenterrar algunos. No sé si eso me emociona o me asusta.
Después del almuerzo mi madre se encontraba ensayando su show sorpresa, así que con mi hermana quisimos no interrumpir ni arruinar sus planes de que sea "sorpresa". Así que con mi hermana fuimos a cambiarnos para ir a pasear por San Marcos.
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Siempre acostumbramos a vestirnos similar, asi que una vez listas salimos de casa. Mientras caminábamos, no pude evitar distraerme con el bullicio del pueblo. Todo parecía tan... rutinario, pero a la vez, había algo en cada esquina, en cada persona, que me hacía sentir que no conocía ni la mitad de la historia.
—Yo tambien quiero un gorrito de vaquero —dije refiriéndome al sombrero que traía Muriel, un accesorio tan tipico de este pueblo.
—Vamos a buscar a alguien y después vamos a ver tiendas de ropa para conseguir tu sombrero —me respondio Muriel.
—¿A quién vamos a buscar? —pregunté mientras seguía observando el pueblo.
—A Panchita es una amiga de nuestra madre y su socia en el bar. Tenemos que encontrarla antes de que se vaya al bar —dijo Muriel, algo que caracterizaba a mí hermana es que le gustaba hacerle de detective, ella siempre terminaba averiguando todo.
Era una plaza muy grande llena de locales, como bares y tiendas de comida, ropa, adornos. Muriel empezó a caminar en direccion a una casa que se encontraba un poco alejada del pueblo.
Cuando llegamos había una mujer que estaba a punto de salir de su casa y en cuanto vio a Muriel se quedó quieta.
—Muriel que gusto verte de nuevo ¿Rosario te mando a buscarme? —pregunto la señora.
—No Panchita nuestra madre esta ensayando su presentación sorpresa—dijo Muriel.
—¿Entonces que te trajo por aquí mi niña? —dijo la señora mientras sonreía.
—Panchita te presento a mi hermana menor, la persona por la cual mi mama hoy dara un show sorpresa mañana—dijo Muriel ante la mirada de la señora en mi.
—Monserrat Caballero mucho gusto —dije alcanzando la mano.
—El gusto es mio preciosa, Francisca Lopez pero puedes decirme Panchita, así que tú eres la invitada especial que tiene mi Rosi—dijo Panchita mientras tomaba mi mano.
—Mucho gusto Panchita, pero antes que se vaya al ensayo necesitamos hablar con usted—dije siendo un poco directa.
La señora nos miro a las dos y a los pocos segundos volvio a sonreir.
