NARRA BRISEIDA
Apenas pude conciliar el sueño esa noche. Era consciente de que las pesadillas me azotarían como una tormenta si me atrevía a cerrar los ojos. Ya era de madrugada cuando caí en los brazos de Morfeo y un ruidoso alboroto en el pasillo alertó mis sentidos. Oía los pasos y las voces en la distancia, aún semi dormida. Alguien aporreó mi puerta súbitamente.
-¡Bri!-. Era Cody-. ¡Bri, abre!
Me incorporé en la cama, todavía adormilada, y el mareo que me azotaba habitualmente al levantarme demasiado rápido hizo aparición. Una vez se pasó, caminé hasta la puerta y la abrí. Cody, Henry y Prim entraron a mi cuarto.
-¿Qué hora es?- pregunté, ahogando un bostezo.
-Las tres de la madrugada- respondió el chico rubio.
-Tienes un sueño sorpresivamente pesado- apuntó Prim.
Le dirigí una mala mirada antes de buscar con la vista a Cody para obtener una explicación. El chico parecía preocupado.
-Han bombardeado el 12 hace una hora.
Aquel dato me pilló desprevenida.
-¿Qué? ¿No se suponía que mañana iríamos en busca de los rebeldes?
-Snow no iba a esperar por nosotros- contradijo Henry, encogiéndose de hombros-. Hemos tardado demasiado.
Me cubrí el rostro con las manos por un momento y suspiré.
-¿Hay supervivientes?- pregunté. Los tres asintieron.
-Suponemos que sí, pero ha sido una masacre- respondió Prim, sus ojos azules estaban cristalizados, como si aguantase las lágrimas-, y la destrucción es devastadora.
-Finnick sospecha que Snow nos busca- añadió Cody, mirándome con seriedad-, por eso se da tanta prisa. No sabemos a por qué distrito irá ahora.
-Y salir a defendernos quizá sería caer en su trampa- suspiró Henry.
No supe qué contestar, y entendí el caos que se estaba llevando a cabo en la prisión. Teníamos que tomar decisiones rápidamente, antes de que fuese demasiado tarde. Seguir cometiendo pequeños fallos como el de ese día nos costaría la rebelión de nuevo. Y, posiblemente, la vida.
-Ha habido bajas en el grupo de soldados- habló de nuevo Cody-. Katniss no se encuentra bien por el shock, y Peeta quiere quedarse con ella.
Prim se limpió los ojos con las manos, de forma delicada, previniendo las lágrimas. Era evidente que intentaba ser fuerte frente a nosotros, y eso me resultó admirable. Al fin y al cabo, su hogar acababa de ser destruido cruelmente.
-¿Cuál es el plan, entonces?- cuestioné. Las noticias habían llegado de forma demasiado brusca y mi cerebro adormilado no terminaba de asimilar la gravedad del asunto.
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Hadley - Historia fanfic los juegos del hambre.
Fiksi PenggemarLa rebelión fue interrumpida, las restricciones en los distritos empeoraron, y los juegos continuaron más fuertes que nunca. Tras el extraño vasallaje en el que se comenzó una protesta que nunca pudo continuar, los septuagésimo sextos juegos del ham...