Amar y Vivir (VerAna)

Capitulo 3: Sin ti

Narra Ana:

Hoy es otro día en el que el recuerdo de Verónica me atraviesa el alma cuál puñal. Traté en vano de olvidarla, buscando su boca en la de alguien más, fallando estrepitosamente. Verónica se metió en cada célula de mi cuerpo, en mis huesos, y se aferró a mi alma con tal fuerza que no hay cómo arrancarla de mi. Y en el fondo sé que no quiero eso, qué no quiero apartarla, más bien quiero que vuelva, que esté junto a mí, que me abrace y me haga olvidar mis pesares y que me diga que me ama más que a nada, como alguna vez lo hizo. El vacío inexplicable que siento desde que se fué no lo he podido llenar ni con alcohol ni con amantes pasajeros de una sola noche que terminan dejándome más vacía que antes, sintiéndome incluso impura y sucia y con la vergüenza por el suelo.

No hago más que preguntarme ¿Por qué?, ¿Qué nos pasó? ¿Acaso hice algo mal? Cierro mis ojos y respiro hondo. Tengo que ocuparme de otras cosas, así esté muerta por dentro. Estoy en mi oficina organizando todo lo que tengo que hacer, analizando la lista de canciones que tengo que grabar y asuntos que quedaron pendientes la semana pasada, en eso estaba cuando la voz de Diana Verónica me sacó de mi ensimismamiento.

- Ay Anita, te vendría bien distraerte. No haces más que pensar en trabajo.
- Y en Verónica..., dije mentalmente -
- Ay Diana... No tengo ánimos para nada. Además tengo mucho que hacer aquí.
- No te atormentes Anita, tienes que salir, respirar aire puro, ver a otras personas. Después habrá tiempo para el trabajo, dedícate tiempo para tí.

Es verdad, hace mucho que no salgo, con tanta ocupación y tanto ajetreo. Pero en el fondo tampoco he tenido ánimos de hacer nada, últimamente siento que vivo por vivir, sumida en la monotonía de: despertar, venir al estudio, trabajar, trabajar y trabajar, hasta llegar a mi casa exhausta y dormir nuevamente hasta el siguiente día.

- ¡Ay! - dijo Diana, haciendo que yo diera un respingo - justamente escuché que hoy estarán estrenando una obra de Shakespeare en el teatro de Ciudad Esperanza. Y como tú eres tan aficionada al teatro, seguro te encantará.

Oh, el teatro...Hace ya mucho tiempo que no voy al teatro. Solía ir mucho con Verónica ya que a las dos nos fascina mucho esa hermosa expresión del arte. Verónica, como buena actriz, siempre evaluaba el desenvolvimiento de los artistas en el escenario, yo simplemente disfrutaba la obra mientras nos tomábamos de las manos.

-Mmm, se escucha genial Diana - dije sin mucho ánimo - gracias por la sugerencia.
-Ay mija, de nada. Pero prométeme que vas a pasártela muy bien. - dijo Diana con una cálida sonrisa -
-Eso intentaré - dije mientras le sonreí de vuelta -.

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