7. Ropa holgada.

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El peliblanco y el rubio cenizo estaban caminando por los pasillos del hospital, caminando y pasando varias puertas. El rubio cenizo se acomodaba el tapabocas de color negro mientras visualizaba algunas ventanillas largas que había en su trayecto al lugar en donde le está llevando el enfermero, viendo por dentro (en algunos) doctores con pacientes, para después ver en su rango de visión a una chica de cabellera brillante con una lámpara moviéndose a su lado, sentada en una silla mirando de forma preocupante un cuaderno de funda negra. Bakugou se le hacía conocida aquella cabellera y cola extraña, la recordaba de alguna parte, pero no se acordaba en qué lugar exactamente. 

El menor se detuvo enfrente de una puerta de color madera clara, que tenía un letrero que decía: "Teiko Abe", el mayor también se detuvo en aquella puerta de roble blanco con aquel letrero, que al parecer era el propio despacho del enfermero, y supuso que era su nombre. El peliblanco abrió la puerta al mismo tiempo que entraba en su estadía para dejar paso al mayor para que entrase para discutir sobre la adolescente que se quedó con Eijiro. Katsuki solo entro sin preguntar, ya que sabía con exactitud que era recibido por Teiko, sabiendo que deberían de habar sobre el estado actual de la peli marrón.

El joven especialista en enfermería se acercaba a una mesa de roble oscuro que traía encima algunos papeles de manera ordenada, una computadora portátil de color negro con algunos estiquers pegados en está, un portalápiz con algunos bolígrafos de distintos colores en ella. Vio como el de cuerpo delgado de Teiko giraba la silla giratoria hacía él mismo para después sentarse en ella y mirar a los ojos directamente al mayor.

-- Puede sentarse enfrente mío por favor, señor Bakugou -- hablo de manera suave el peliblanco de pelo enrulado de ojos verdes hacia el rubio cenizo, quien se acercó a la silla frente al escritorio de este, sentando se enfrente del enfermero de veinticuatro años -- bien. ¿Qué quiere saber primero de la joven paciente Shisuoka? -- le cuestiono primero, para saber en donde comenzar sobre la poca información que pudieron recaudar en un solo día sobre la adolescente.

-- Primero lo primero, ¿Cómo está en estado de salud? -- pregunto nervioso, cuando la había salvado de ese mugriento callejón de aquella ciudad donde estaba patrullando, en el lapso de tiempo que esperaban a la ambulancia, él mismo le medió levanto un poco la remera de ella para que pueda pasar brisa fresca que se presentó oportunamente, porque estaba transpirando mucho más de lo que debería una persona (y ni siquiera hizo ejercicio para sudar de esa forma), y se horrorizo cuando vio el estómago muy achicado de la chica, siendo muy visibles las costillas de está.

-- La señorita Shisuoka tiene una desnutrición extrema, al parecer no ha comido por mucho tiempo. En resultado su estómago se achicado a tal punto que con una cuchara de arroz blanco sin nada con que acompañar, se llenaría -- explico con una tristeza en sus ojos y voz, él no estaba aún preparado para dar esa clase de información a las personas cercanas del paciente, aunque Bakugou no era aún tan cercano a la adolescente, agarro cierto cariño hacía aquella chica, a tal punto que Lord Murder Explosión se preocupara -- *suspira* pero se puede lograr llegar al estado normal del estómago, comiendo de a poco, no dándole todo de golpe, o sino vomitaría, ayer pasó lo mismo cuando te fuiste -- reveló, el mayor se sorprendió, aunque cambio rápidamente su cara a una seria -- Lo mejor es darle en pequeñas cantidades de comida -- sugirió, dándole a la vez una hoja con palabras escritas en está.

El rubio cenizo agarro con un poco de prisa los papeles para observar su contenido, era la receta para vencer la desnutrición extrema que poseía la de pelo oscuro. Lo temía desde un principio que había visto el muy pequeño abdomen de la pequeña. La receta decía lo siguiente:

Creación Celestial 𝖵𝗈𝗅. 1 [𝖪𝗂𝗋𝗂𝖡𝖺𝗄𝗎] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora