Creación Celestial 𝖵𝗈𝗅. 1 [𝖪𝗂𝗋𝗂𝖡𝖺𝗄𝗎]

8. Una visita inesperada.

oooO0Oooo

La pareja estaba entrando a su vivienda, cansados por la mañana tan ajetreada, lo que les explico la señorita Akira es algo... difícil de procesar. Sora escucharon la conversación junto a ellos, después de la conversación, ella miro preocupada a Shiusoka, a la vez que está no estaba consiente en realidad, Akira lo dijo como si eso fuera fácil de procesar y llevar a cabo, antes realmente, Shisuoka estando ella durmiendo acostada en el pecho amplio de Bakugou, quien trata a toda costa de acostumbrarse que otra persona que no sea su futuro esposo se acueste en ellos.

Shisuoka fue diagnosticada con depresión, ansiedad, baja autoestima, también tenía vergüenza en socializar y hablar con fluidez con personas desconocidas, alteraciones en ámbito sexual. Problemas sicológicos que son consecuencia de años de abuso y explotación sexual...

Deberían ayudarle a sentirse cómoda y protegida con ellos, ser escuchada por ellos y los demás, para desarrollar mejor su personalidad, fortalecer aquella actitud tímida y vulnerable a una fuerte e independiente para la vida, bueno, la otra parte de está.

Se quitaron los zapatos en la entrada y se dirigieron hacía la cocina para prepararse algo, pero antes se quitaron los kepis y el tapaboca para no sentir calor. Eran como las doce de la tarde, porque habían salido a las ocho de la mañana y estuvieron como tres horas allí, y aún no habían comido nada desde el desayuno, y eso llevo como resultado a que su estómago quiera algo de comida, entonces el rubio cenizo pensó en algo para preparar, pero su pelirrojo novio quito una sartén con tapa y la pone al fuego.

-- ¿Qué haces? -- le pregunto Bakugou a Kirishima, quien volteo su mirada hacía el cenizo para sonreírle y alejarse un poco de la cocina con la sartén olla ubicado en aquel lugar, acercándose a él lentamente, para abrazarlo por la cintura con su brazo izquierdo al mismo que dicha extremidad bajara su mano y apretara una nalga suya -- ¡QU-QUÉ HACE IMBÉCIL! -- expreso avergonzado el rubio cenizo por la acción anterior, mientras que el brazo derecho del pelirrojo se aventuro a agarrar la mandíbula ajena por el mentón para que lo mirara fijamente.

-- Jajaja, lo siento, solo quería molestarte un poco -- reveló divertido el más alto, teniendo una cara relajada mirándolo con lujuria -- la olla tiene vacío, o sea, carne -- decía mirándolo con una pequeña sonrisa mientras dejaba de apretar su mejilla trasera y se separaba, al mismo tiempo se alejaba de su persona -- lo prepare ayer por la noche para comer, pero después me acordé que tardaría, máximo una hora o dos, dependiendo de la temperatura de la cocción la verdad, jeje -- respondió rápidamente el pelinegro teñido, sorprendiendo al rubio natural, y a la vez orgulloso de que su lindo novio por fin haya aprendido al menos cocinar carne, alimento que le fascina.

-- ¡Aleluya! al menos sabes como preparar carne para cocinar -- expresó orgulloso por el menor, quien embozó una sonrisa grande de tiburón, para después atraerlo de nuevo a su persona para besar sus belfos de color rosado pastel, el rubio cenizo acepto gustoso el beso que le daba su novio, pero se separo de él a los pocos minutos, para separar su rostro de la ajena, quien se extraño al principio -- voy a ver con que acompañar la carne amor... -- dijo el cenizo, en ese momento entendió porque se había separado su novio, aunque quería su cariño, pero al mismo tiempo ese apodo lo avergonzó bastante.

El rubio se volteo dándole la espalda, dejándole ver su perfecta curvatura de su anatomía, mordiéndose el labio por tal espectáculo, mientras que el cenizo se puso un delantal color rosa pastel, atándolo por detrás, pero el pelirrojo detuvo sus acciones, para que él ate su delantal.