Madre...

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-Yo...-El castaño se había quedado sin palabras.

-No tienes que decir nada Tony... el único culpable de lo que me pasa soy yo.

-Lo siento tanto Steve... no sé porque te dije todo eso.-Suspiró Tony.

-Porque eso era lo que sentías, y no te culpo, yo también me diría todo eso...

-No, no lo sentía... creo que yo, sólo me dejé llevar por... las palabras de Víctor.-Se defendió el castaño.

-Tu esposo...

-Sí... él me dijo que respetara nuestra relación.

-Fue mi culpa, no debí decirte lo que siento, siempre lo arruino...-Respondió Steve cabizbajo.

-Deberías ir a un médico que te revise.

-Yo estoy bien Tony.

-No, no estás bien y le diré a tu mamá que te lleve al médico, lo necesitas.

-¡Ya te dije que estoy bien y que no quiero que nadie me revise ni me toque!-Gritó el rubio con miedo.

-¡Esos tipos te violaron Steve! ¡Quien sabe que enfermedades tienen y por eso tienes que ir!

-Deberías irte Tony, quiero estar sólo por favor.

-Entiendo tu molestia y tienes todo el derecho a enojarte conmigo por cómo te traté, pero en este momento tú necesitas a alguien que te acompañe.

-Yo lo que necesito es estar sólo, no quiero darle pesar a nadie, y mucho menos a ti, ya suficiente tengo con todo lo que ha pasado.-Dijo Steve, Tony suspiró, se levantó y salió de la habitación del rubio dejándolo solo.

-¿Lograste hablar con él cielo?-Le preguntó Sarah a Tony.

-Quiere estar sólo, y no quiere ir al médico.-Respondió Tony completamente rendido.

-Gracias por venir Tony, sé que mi hijo no está nada bien... tiene una fuerte depresión y no quiero que se sienta solo.

-No tiene nada que agradecer señora Rogers, Steve es mi amigo y yo quiero que esté bien.

-Si no estuvieras casado... ¿te interesarías en él?-Preguntó Sarah con vergüenza.-Es que... he visto cómo se miran y cómo se tratan, harían una linda pareja.

-¿Tú crees?-Ella asiente.-Bueno es que yo...-Suspiró.-Me gustaría serlo, no quiero que nadie le haga daño, pero ya sabes, no puedo.

-Lo sé, pero gracias por decirlo.

-Nos vemos después señora Rogers.

-Por favor dime Sarah, o me sentiré vieja.-Rió un poco.

-De acuerdo Sarah.-Tony le sonrió.-Por favor dile a Steve que lo veré después, y que sólo me preocupo por él.

-Yo le diré, gracias por venir cielo.-Dijo ella y Tony se fue.

Unas cuantas horas después, Steve bajó a la sala de estar con algo de miedo, no quería que Tony estuviera ahí y lo recrimine por lo que pasó, con mucho sigilo se acercó a la cocina donde estaba su madre.

-¿Ya se fue?-Murmuró el rubio.

-Tú no quisiste escucharlo, por supuesto que se fue.-Respondió su madre sin mirarlo a los ojos.

-Lo siento...-Comenzó a llorar.

-Siempre es lo mismo Steve, y ya me cansé.

-¿De... qué h-hablas mamá?

-¡SÓLO QUIERO AYUDARTE STEVE! ¡Y TÚ NO COLABORAS MALDITA SEA!

Steve tragó saliva con miedo.

-¡SI VIENES A DISCULPARTE, HAZLO BIEN!-Gritó Sarah.

-Perdón por... avergonzarte...

-¿Sabes de qué me cansé, Steve?-Preguntó ella y el rubio negó.-Me cansé de que seas tan inútil, y que creas que todo se soluciona llorando y haciéndote la víctima.

-No tienes por qué decirme eso...

-No me prometas que vas a cambiar, porque sé que no lo harás y solo logras decepcionarme más.-Ella suspiró.-Tu padre tenía razón.

-¿Razón en qué...?-Susurró el rubio.

-En que no sirves para nada, no puedo creer que haya criado a un doncel, ¿qué karma estaré pagando?

-Gracias por decirme cuanto me quieres, se nota lo mucho que te importo, ¿sabes qué? debería suicidarme, total si no le importa a mi madre mucho menos a los demás.-Dijo Steve encogiendo los hombros dolido.

-Si, deberías hacerlo, sería un gran alivio para mí.-Respondió Sarah y salió de ahí.

Tiempo a Solas [Stony]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora