Mediante el tiempo +18 [ATDUR #2]

ミ★ Capítulo 1★彡

Camino hacia la casa de mi mejor amiga con una sonrisa de oreja a oreja. Hace una semana que no nos vemos y la emoción me carcome porque pasaremos el resto del día juntas. Luxmart ya está allí y supongo que esperan por mí con ansias.

Me siento un poco desprendida ya que estoy en vacaciones de verano y puedo respirar con tranquilidad, salir y compartir con mis amigas, la universidad a veces me estresa en cantidades industriales. Siempre me ha gustado estudiar, y más ahora que estoy estudiando exactamente lo que toda la vida me ha apasionado, que es la medicina, pero cuando te sientes presionada hasta los dientes, que no puedes hacer otra cosa más que estudiar, eso se va convirtiendo en un gran agobio. Supongo que muchas personas me lo dijeron; "estudiar medicina no es fácil" , "no tendrás tiempo para nada" ... Y heme aquí.

Llego a la casa de Macary y la alegría me embarca. Toco la puerta y desde aquí puedo escuchar el ruido proveniente de adentro. Percibo las letras de la canción y río por lo bajo, Macary nunca ha superado esa canción de Bad Bunny.

Toco más fuerte porque sé que con ese escándalo no me van a escuchar.

—¡Ya va! —escucho que grita Luxmart, al momento que bajan un poco el tono de la música. Mi queridísima amiga abre la puerta con una sonrisa dibujada en su rostro—. ¡Amix!

—¡Amiga de mi alma! —me voy contra ella avasallándola con un enorme abrazo, ella me lo corresponde sutilmente.

—¡Dios! Cuanto te extrañé— confiesa, al momento que nos separamos.

Mi amiga lleva puesta una camiseta gigantesca para su cuerpo, el cabello recogido en un moño muy mal estructurado y supongo que lo lleva así por el calor, porque esta chica parece que sufre de la menopausia.

—Una semana sin vernos es igual a un año. No lo soporto.— Digo, buscando a Macary con la mirada— ¿Y Macary? —pregunto, al momento que me acerco al sofá y suelto mi cartera de mano allí.

Luxmart abre la boca para hablar pero la cierra de inmediato cuando una voz chillona resuena en la cocina.

—¡Estoy aquí! ¡Ven! —Se escucha cómo se caen unos cucharones allí —¡coño!, se me queman.

Suelto una risa.

—¿Macary en la cocina? No lo puedo creer.

Luxmart echa a reír.

—Nos antojamos por unas arepas de maíz, pero desde luego yo no las quería hacer y pues ella tampoco, así que jugamos piedra, papel o tijera para ver quién iba a conseguir no hacerlas. Y aquí me ves, esperando las arepas.

—Nunca sabré cuál de las dos es peor, en serio.

Mi amiga ríe y yo también lo hago. Me acerco a la cocina para saludar a mi queridísima Macary.

—Casi no te acuerdas que tienes una mejor amiga— empieza a quejarse.

Ruedo los ojos, es una exagerada. Hablamos día y noche, las veinticuatro horas del día para ser exactos, porque aunque no tenga tiempo para estar con ella y Luxmart, siempre me esfuerzo en mantenerme en contacto con ellas por nuestro grupo de WhatsApp que tenemos.