Mediante el tiempo +18 [ATDUR #2]

ミ★ Capítulo 7★彡

Terminamos de cenar y rápidamente nos preparamos para rezar. La congresista empieza y terminamos la oración al unísono, todos yéndose del lugar. En la cena pude ver a Gregory, Marck y Flynn integrados, al parecer llegaron esta tarde y ya se me hacía raro que no los vi en la fogata.

Mi estado de ánimo ha estado muy decaído y he tenido que aguantar las preguntas de Kyra al respecto, le he dicho que me duele la cabeza y que simplemente quiero irme a la cama, mentira que se creyó a la perfección, gracias a Dios.

He visto a Lion muy de aquí para allá luego de que llegaran esos tres, supongo que la noche promete muchas cosas porque conociéndolos, sé que no dejarán pasar por alto la segunda noche de campamento. Sin embargo, no hemos hablado mucho, así que no me ha dicho nada de lo que están planeando, y está bien así.

Durante la cena, la mirada de Andy estuvo puesta en mí muy penetrante, a la que me esforcé en ignorar a toda costa. El solo hecho de que me mirara y quisiera buscar mis ojos con urgencia me molestaba en cantidades industriales, por dicha razón estaba desesperada porque la cena culminara rápido.

Camino en dirección a mi habitación y otras personas también lo hacen. Kyra está concentrada hablando con alguien, así que no me presta atención, al igual que Lion.

—Xiara— siento el agarre de una mano fría en mi brazo derecho.

Me volteo para ver a Andy allí.

—¿Por qué te vas tan rápido? Kyra aún está...

—Tengo sueño— le interrumpo, con un tono de voz cortante y soltándome de su incómodo agarre.

Él nota mi malhumor hacia él y frunce el ceño, sin entender mi actitud.

— Supongo entonces que no irás a la fogata de esta noche— dice, con un dejo de decepción.

—No.

—Oh, entiendo.

Me volteo y sigo caminando, no lo quiero ver, no quiero estar cerca de su presencia.

—Puedo quedarme contigo entonces— escucho que dice a mis espaldas— si quieres...

—No quiero, Andy.

Sé que quizá le duelen mis palabras, porque su juego conmigo no le va a salir como piensa, e incluso a mí, también me duele tener que actuar de esta manera con él, pero el mismo se lo ha buscado, porque habrá pensado que soy una fácil, y se ha equivocado. Me adentro al pasillo de las chicas y ubico mi habitación, giro la perilla de la puerta y entro, sin más. Rápidamente, me pongo un pijama y me echo en la cama, mirando al techo.

«¿Es en serio que no iré a la fogata?»

No, claro que no iré.

La puerta se abre y no me molesto en girarme para ver de quién se trata, porque bien podría ser Rebekah o mi prima.