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vuelvo a sentir sus dedos hundirse en mi, callo un gemido al volver a sentir su tacto, su mirada impregnada en deseo me hace enloquecer, no logro abrir la puerta detrás de mí para entrar a la habitación el deseo es tanto que me quema por dentro, su beso a penas se aleja de mi boca y observó su porte, es soberbio y varonil y eso me humedece más y no sólo la boca


se que lo a notado, a notado el poder que tiene sobre mi, sobre mi cuerpo es un dios y yo me siento una simple mortal entre sus manos, no puedo mas mi cuerpo cede ante el y mis piernas van abriendo soy suya. Mi cuerpo es suyo mis manos dejan de intentar abrir la puerta y me aferro a él


pero se detiene justo cuando estoy por alcanzar la cima, lo veo furiosa por que se detuvo, porque junto en ese instante


iba a protestar pero su mirada, su penetrante mirada y sus ojos azules que poseen la intensidad del mar en calma y la ferocidad de una tormenta son una visión cautivadora me cambian me hacen rogarle, me hacen suplicarle que siguiera


pero su mano que antes estaba entre mis piernas se posa sobre mis labios tras sus palabras


-Quiero que sepas cómo sabes. Quiero que entiendas por qué estoy loco por volver a devorarte.


completamente entregada a la causa pase la lengua entre sus dedos sin bajar la mirada, dejándolo entrar a mi boca succionando mi propio veneno, su miembro erecto parecía querer rompe el jean y el roce en mi pierna lo hacía con malicia


la puerta por fin cede y entramos a la habitación, me alejo un poco para recuperar la calma y su mirada me recorre, me desnuda sin decírmelo, me devora sin tocarme


él ya tiene muy claro lo que quiere. Y lo que quiere soy yo, Will es mi vicio y me doy cuenta de que yo puedo ser el suyo al caer en la cama


el frío roce de sus manos no se comparaban a lo caliente de sus besos, no pude notar en que momento el vestido ya no estaba


Volvamos a ser uno esta noche , volvamos a consumirnos en el deseo, volvamos a pecar


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Las ruedas de destino se pusieron en marcha una vez más, los hilos antes unidos se desataron, y era hora de que el telón se abriera y la función comenzara


La habitación estaba decorada con muebles elegantes y detalles dorados que reflejaban la luz de las miles de estrellas que adornaban el techo. Desde lo alto, cientos de hilos de seda caían en cascada, algunos entrelazándose y creando un efecto hipnótico al observar el ciclo sin fin en el que se envolvían.


En el centro de la habitación, una pelirroja observaba placenteramente cómo su juguete se dejaba llevar por el placer carnal, mientras ella utilizaba los rasguños dejados por el tiempo para forjar un nuevo destino.


La joven cambiaba de apariencia inconscientemente mientras se movía por la habitación. Comenzaba siendo una niña de cabello rizado y ojos brillantes llenos de vida, luego se transformaba en una mujer adulta con una mirada profunda y sombría, para finalmente convertirse en una joven quinceañera con una sonrisa radiante mostrando su amor al mundo.

Dónde Los Sueños Perecen (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora