Una de mil: Extras • [BL]

🍂 4. Trampa (+18)

Disclaimer: este one-shot pertenece a una antología de cuentos Boys Love en la que estoy trabajando. Algunos cuentos eran propios y otros fanfics que modifiqué para hacerlos original characters. El segundo sería el caso de este one-shot. Usé a los personajes de David y Rafael para volver propio este one-shot como si fueran una pareja de la actualidad. Así que no es un capítulo canon, pero puede ser parte de los extras (al menos hasta que publique la antología). 

Sin más, si son menores, por favor no lean y respeten el límite establecido. Queda bajo su responsabilidad <3. 

Ahora sí, disfruten la lectura.

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La pareja, ese mes en particular, no tuvo descanso.

Ambos trabajaban duro, apenas podían darse el tiempo de saludar al recién llegado y dormir mientras el otro comía o tomaba un baño, besarse sonámbulos. Las guardias de los hospitales y la facultad con los exámenes finales en pleno diciembre no eran nada fáciles.

Luego de días exhaustivos, David por fin dio el último examen que tenía que cubrir. Solo debía ocuparse de revisar, dar calificaciones y enviar la nota por mail, así que ya estaba en casa nuevamente teniendo horarios más generosos. Rafael todavía seguía cubriendo horas de compañeros despedidos y urgencias médicas madrugadoras. El clima en el trabajo estaba complicado y no podía descuidarse.

—¿No podés pedir reemplazo? Estoy preocupado de tanto desgaste.

—Não, está bem. Você só aproveite a descansar agora que pode —apuró Rafael mientras ataba la corbata frente al espejo y relojeaba a David detrás suyo por el reflejo.

David estaba vestido con su bata de seda beige y su cabello rojizo atado en una floja trenza, viéndose tan delicado y hermoso a los ojos de su pareja, quien atinó a guiñarle un ojo al terminar con el arreglo de su ropa formal. 

David abrazó a Rafael en esa posición.

—Bueno... Entonces... ¿Querés que pida helado y comemos cuando llegues? Y todavía nos quedó licor... ¿Mh? —Su respiración suave rozaba el cuello del moreno. Este sonreía perdiendo su mirar debajo de las notorias ojeras.

—Soa bem, mas con certeza estarei de volta pela manhã. Você não tem que esperar por mim acordado... —El brasileño giró un poco la cabeza y se encontró con el rostro de su esposo—. Não te preocupes. Te amo.

David recibió un piquito dulce de Rafael. Luego de eso, entre su mueca desganada, suspiró.

—Te amo más.

Finalmente lo dejó ir.

Sería otra noche sin dormir juntos.

Las horas se le hicieron largas a Rafael, y eso que apenas pasaban las doce. Desde las cuatro ya transcurridas que no entró ninguna urgencia y apenas hubo pacientes casuales. La guardia estaba extrañamente tranquila.