Seguían en pleno verano cuando Carmen llegó junto a David a la chacra para buscar animales de cría qué vender y se encontró con que a su compañero le sudaban los nervios ya que escondía algo.
No duró mucho tiempo su teatro de «nada pasa» porque al llegar, David se apresuró a mandar adentro a una mujer ruidosa a cargo de un bebé.
—No puede ser... —Carmen suspiró resignada al verlo volver—. ¿Quién es esa mujer, David?
—Te lo explico, hace unas semanas cuando me volví para acá, pasé por la pulpería y ella estaba con su hijo, estaba desesperada pidiendo ayuda y...
—¿Otra de la calle, David?
El caballero frenó su explicación y soltó el aire que iba a gastar en vano.
—Sí... Perdóname. Ella solo se va a quedar hasta que vendamos todo.
Carmen se cruzó de brazos y hundió el ceño yendo directo hacia los corrales, fue seguida por un nervioso David.
—Siempre lo mismo...
—Solo te pido que no digas nada. Ella está con problemas, así que no pueden enterarse de que está acá...
—Por favor, David. No me interesa. Voy a hacer de cuenta que no existe.
No obstante, no pasó mucho tiempo más para cuando Carmen volvió a ver a esa otra mujer y su niño a la distancia, ahora además también se sumaba un muchacho que se le hacía bastante familiar.
David se acercó a señalar que la gente de Alvear ya podía pasar directo a los corrales sin problema, y Carmen fingió casual su pregunta:
—¿Ese de allá es Rafael?
David frenó en seco y giró a mirar hacia la cocina, luego miró a Carmen otra vez y, sonrojado, bajó la cabeza unos segundos.
—Sí... Él vino hace poco.
—¿No estaba en Montevideo? ¿Cómo le dijiste que viniera hasta acá?
—No le dije.. Él vino por su cuenta. Lo juro.
—Ajá. Y vos lo recibiste feliz, me imagino.
David solo sonrió ladino y asintió con la cabeza.
—Es la persona que amo... ¿Qué iba a decirle?
La dama no quiso admitirse conmovida por oír tan genuina excusa. El exesclavo que vuelve a buscar a su patrón para vivir juntos su historia de amor era algo digno de fortaleza y respeto.
Se limitó a apurar a David para irse a la ciudad y no tocar el asunto frente a otras personas.
Los paseos de negocio pronto terminarían y así con ellos los buenos momentos que Carmen pudo remendar con David.
Un lazo más sincero, diferente y desprolijo se había ceñido con fuerza para representar su amistad. Ser amigos de la infancia, finalmente, ocupaba uno de los lugares más especiales en el corazón de ambos, y ninguna historia de amor no correspondido podría boicotear la felicidad que ello provocaba.
Y es todo para nuestra linda Carmencita en andas de deconstrucción (?) Espero les haya gustado aún si les caía mal en un principio ;u;
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Una de mil: Extras • [BL]
RomanceEste libro será dedicado a extras de "Una de mil", la historia de amor entre Rafael y David. Por una cuestión de propiedad, aquí entrarán escritos con escenas explícitas que pueden ser canónicos en la línea temporal de la historia, como también alg...