El gran duque del norte, es lindo (Traducción Finalizada)

21

Al regresar a casa, Timothy inmediatamente subió a su habitación y se quitó el abrigo. Luego, sin siquiera cambiarse de ropa, se derrumbó en el sofá para poder ver el techo como si fuera la primera vez que notaba que había uno allí y estuvo de acuerdo con que el horario de hoy fue verdaderamente asesino. Por la mañana asistió a una competencia de caza realizada a orillas del lago Tarektla (No cazó, solo vio los rostros de los visitantes para examinarlos) por la tarde observó la ópera de un cantante femenino a quien amaba la reina y por la noche, asistió a la cena de la baronesa Hurossi, se presentó en un baile de máscaras en el mismo barrio y terminó bebiendo con unos lores en la capital hasta muy entrada la noche. Timothy era insuperable en términos de resistencia, pero ahora no mentía al decir que le dolía todo el maldito cuerpo. Sintió como si le estuvieran arrancado las plantas de los pies lentamente hasta dejarlo al rojo vivo y sin embargo, lo más triste de toda la situación era que ni siquiera había logrado notar un solo cabellito de Mathias Falise a pesar de que anduvo con cuidado para dar con él. Es decir ¡El hombre ni siquiera mostró su nariz! Pensó que lo iba a ver, como siempre. Y se imaginó que de allí las cosas podían escalar de nivel hasta terminar en su casa.

"¿Se elevó al cielo como murciélago?"

Frotó su mejilla contra el sofá y murmuró.

"¿Qué pasa contigo?"

Si la persona que venía todos los años a la capital no estaba allí ahora, entonces no le quedaba más remedio que pensar negativamente de la situación.

Sin embargo:

<Espérame...>

"¿No vienes porque me estás esperando? Solo trataba de ser romántico, tonto."

Pero Mathias quería mantener en secreto el asunto de esa noche. Y tal vez para él realmente fue solo un asunto en el que habían compartido cama y tenido sexo de una vez pero, Timothy seguía haciendo preguntas en su cabeza y rogando que apareciera enfrente suyo para hablar al menos un momento. Le dijo que iba a ir de nuevo al norte pero también le habló de lo ocupado que estaría ¿No le interesaba lo suficiente como para buscarlo por su cuenta? ¡¡Y lo peor es que ni siquiera sabía por qué tenía tanta curiosidad por el paradero del idiota de Mathias Falise!! Es decir ¿Qué iba a hacer con él si de verdad un día se lo encontraba? ¿Qué tipo de conversación iban a tener? ¿De verdad pensaba que todo se volvía más íntimo solo por sexo?

"¿Qué quiero de él?"

Timothy dedujo que Mathias Falise lo amaba, o al menos que le gustaba bastante porque de lo contrario, no había forma de que lo hubiera arrastrado a la habitación en un ataque de ira cuando escuchó que iba a estudiar en el extranjero. Y claro, imaginó que oirlo hablar con él en la entrada de su castillo había sido lo suficientemente "bonito" como para darle la confianza de confesarse y admitir que era gay y sin embargo, Mathias no lo contactó ni una sola vez después de eso y ahora estaba desaparecido.

Aunque él era el enamorado, fue Timothy quien lo buscó para empezar.

¿Qué quería decir cuando lo viera de nuevo? "¿Recuerdo nuestros momentos en la academia?" O ¿Preguntar si quería ser su compañero sexual?

En el mundo social, se crearon rumores de que Timothy, quien parecía tener poco interés en las mujeres, era un hombre que no sabía de lujuria o de pasión aunque ciertamente se le conocían un par de novias regadas por la zona. Parecía que su trabajo era más importante que su vida romántica y nunca fue de los que considerara seriamente el tema del matrimonio. Decían que se había acostado con algunas doncellas del sur, pero tampoco era un hombre lo suficientemente promiscuo como para tener múltiples parejas. También había chismes que afirmaban que no se le paraba el pene correctamente y algunas conversaciones ridículas sobre que le faltaba uno. Ahora, el propio Timothy estaba convencido de que su bajo libido se debía a que le gustaban los músculos tensos bajo una piel pálida, un camino angosto y estrecho entre unas piernas fuertes, ojos verde oscuro ardiendo de placer y una boca que diera gemidos agudos. Para ser sincero, no dejaba de pensar en el hombre que normalmente estaba vestido con una tela negra envuelta alrededor de él, acostado desnudo debajo suyo, mostrando un cuerpo sólido y delicado que se pintaba de marcas rojas cuando lo sujetaba con un poco de fuerza, temblando desde la ingle hasta la punta de los dedos de sus pies y pidiendo por más. Lo tenía bien grabado, sus manos, sus piernas. Y le parecía extraño que una persona que gruñía y enseñaba los dientes todos los días fuera tan extrañamente dócil en la cama.

Y tan, tan lindo.

Por un momento, Timothy recordó su historia de amor en el Gran Asedio... Y entonces su pene se puso de pie en un instante. Maldita sea ¡Iba a morir de agotamiento hace un momento y resultaba que ahora la parte delantera de sus pantalones estaba apretada!

"¿Eres un adolescente?"

La vergüenza, la humillación y la duda le hicieron soltar un suspiro bastante bajo y sin embargo, endureció su rostro, miró hacia abajo, y con mucho cuidado metió su mano completa dentro de sus pantalones. Antes pensaba que masturbarse con solo la imaginación era un acto de niños, pero ahora su pilar, que estaba siendo fuertemente agarrado por su mano, ya estaba temblando y escurriendo de tanto líquido transparente que pensó que no tardaría mucho en llegar al orgasmo. Era inexperto, de hecho se masturbó por última vez cuando salió del Ducado, no lo hacía a menudo, ni por diversión, pero imaginaba que ahora el deseo se había acumulado lo suficiente como para volverlo un pervertido.

Se estaba jalando la verga pensando en Mathias Falise.

"Ah..."

Su mano amasó el pilar de su pene y se movió apresuradamente con un sonido crepitante. Pronto, sus venas se volvieron más rígidas que de costumbre y arrojó de su interior un líquido espeso.

Timothy miró la salpicadura de semen en sus palmas oscuras.

Luego se rió.