CAPITULO 1

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Chiara

Días más tarde...

El hombre todavía no despierta y han pasado varios días que esta en este hospital, según mi hermana, es normal que todavía no lo haga ya que sus heridas fueron bastantes profundas. Eso por una parte me tranquiliza ya que significa que hice bien mi trabajo.

Todos los días antes de empezar mi rutina vengo a verlo.

— ¿De nuevo en esta habitación, Chiara? — pregunta mi hermana con una mueca en el rostro.

Estoy preocupada por él y no tengo idea del porqué. Nadie vino a verlo desde que está ahí

— No puedo evitarlo, me preocupa que no despierte — confieso con pena y ella me observa con una sonrisa en el rostro luego palmea mi hombro luego niega su cabeza.

— Sus signos vitales están estables. Él está bien. deja de ser tan insegura, hiciste un buen trabajo operandole — trata de tranquilizarme.

— Ve junto a los demás pacientes ¿Sí? Luego de tu turno si quieres puedes venir aquí para comprobar que este bien — sugiere Tatiana, asiento con la cabeza ya que tiene razón de algún modo, no tengo que descuidar a los demás pacientes. Me aproximo al hombre con una sonrisa.

— Prometo venir en la noche desconocido. Nos vemos más tarde — es lo único que digo antes de retirarme y empezar a hacer mi rutina del día, me dirijo a la habitación de al lado del hombre. 

Horas más tarde...

Mi turno ha acabado.

No quiero ir a mi solitario departamento, prefiero quedarme aquí para ayudar a mi hermana, pero se negará en que me quede así que me dirijo hasta la habitación del paciente desconocido cuando abro la puerta, noto que no hay nadie en la cama.

— ¿Que carajos está pasando? — me pregunto a mi misma, saco de mi bolsillo mi teléfono, pero cuando trato de marcar a Tatiana siento que alguien está atrás mío así que me doy la vuelta tratando de ocultar mi nervios.

—¿ En dónde estoy? ¿Cómo llegué hasta aquí? — me interroga con un tono brusco lo cual me hace tragar saliva.

— Estás en el hospital. Te trajo un señor porque estabas con muchas heridas graves también tenías heridas de balas — explico todo lo que sé y asiente con la cabeza varias veces, se va hasta la camilla y se acuesta de nuevo.

Ahora sí puedo respirar bien, carajo. Que susto me dió.

— Ponme de nuevo el suero. Me lo quité  — ordena y levanto mis cejas, me aproximo a él, observo que clase de vía es.

— Enseguida vuelvo — es lo único que digo cuando salgo de la pieza, me voy para traer la aguja nueva.

¿Quien se cree ese hombre para tratarme así? Pero algo tengo seguro, da mucho miedo cuando está despierto.

Me encuentro con mi cuñado y mi hermana, los dos fruncen sus ceños al verme.

— ¿Qué sucede? — cuestiono con curiosidad.

— Sigues aquí, tu turno terminó hace una hora, Chiara — me regaña mi hermana y ruedo los ojos.

— Fui a ver a mi paciente, el despertó. Tengo que ir por una nueva vía porque se lo quito — explico y los dos se ponen pálidos, tratan de disimular su miedo.

— ¿Qué sucede? — cuestionó con un tono cortante ahora.

Mi hermana sabe perfectamente que no me gustan los secretos, están contra las reglas de hermanas.

— Ese hombre es muy peligroso, Chiara. Se llama Jacobo Dauphin — explica.

Siento que he escuchado ese apellido antes, pero no me acuerdo en lo absoluto.

— Ese hombre pertenece a la familia más poderosa del mundo, el hombre que estamos atendiendo aquí es el líder del Clan Dauphin — habla mi cuñado.

— ¿Y eso en que me afecta a mí? Tengo trabajo que hacer — pregunto confundida mientras sigo mi camino siento los pasos de mi hermana y mi cuñado.

— No quiero que ese hombre te lastime, Chiara. Es mejor que le des este paciente a otra persona — me hace razonar Tatiana y suspiro, me doy la vuelta.

— Es mi paciente ¿De acuerdo? Si algo me sucede se defenderme, no tienes que preocuparte por mi. Este es nuestro hospital si ese hombre no acatar las reglas entonces será echado, si ese hombre me hace daño, yo también le haré porque sabes que no tengo toda paciencia — comento y enfrentó a mi hermana quien está callada.

— Me dijiste que confiabas en mi, me diste este paciente. Lo que más me duele ahora es que me digas que no puedo hacerlo porque el tipo es peligroso. Te recuerdo algo más, todos los pacientes son peligrosos aquí incluso mi cuñado aún así estás con el — aclaro con un tono dolido, la pareja trata de decirme algo, pero me doy la vuelta.

— Sabes que no dije que no puedes hacerlo, Chiara — habla dolida mi hermana.

— Lo dijiste directamente después de atender a este paciente pensaré si me tengo que quedar en este hospital. Seguiré con mi trabajo, con permiso, tengo un paciente que atender — es lo único que digo antes de ir por la aguja. Mi hermana me llama, pero la ignoro completamente. Agarro la aguja y por las dudas un calmante no quiero que me sorprenda el hombre de nuevo.

No dejes que tu inseguridad crezca, Chiara.

Minutos más tarde...

Estoy poniendo la intravenosa de nuevo a mi paciente. El no habla, pero si siento su mirada en mí.

— ¿Por qué me miras tanto? — rompo el silencio tenso de la habitación.

— Me gusta mirarte cuando salga de aqui. Iremos a una cita, preciosa — confiesa con una sonrisa coqueta y niego con la cabeza varias veces mientras me río de él.

— Lo siento, no tengo citas con mi paciente — expreso con un tono divertido y me observa asintiendo con la cabeza.

Este hombre es bastante interesante. Sus métodos de coqueteos son viejos.

Opuestos (#2 MM) // JUEVESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora