HEY, NERD! I NEED A BOYFRIEND | SUNWON

II: No

Tras haber aceptado la condición, Sunoo debía encontrar a un chico o una chica que aceptara ser su pareja falsa, y que, además, quisiera mostrar afecto en público. Las cosas se habían puesto difíciles después de que, las personas a las que le preguntó -que eran bastante de confianza suya-, se negaran a su pequeña petición.

Kazuha, no quería perder una posible oportunidad con el chico que le gustaba.

Yeonjun, no quería perjudicar una posible futura carrera de modelo con un escándalo así.

Wooyoung, no quería por el simple hecho de que sus padres lo enterrarían vivo si se enteraban que tenía novio, aunque fuera uno falso y por una noble causa.

También le había preguntado aun par de personas más, pero estas se negaron por no querer salir manchados de ahí. Sunoo estaba desgastado, le quedaba sólo ese último día, y aún no tenía una falsa pareja con la cual generar un fuerte rumor de citas.

¿Tan difícil era ser el novio falso de un modelo? No era tan difícil, ¿o sí? Después de todo, sólo sería algo temporal, y les atraería cierta fama para un buen futuro en el medio... O tal vez sólo era su desesperación por encontrar un novio falso la que le pintaba las cosas de rosa. Él tenía que presentar a su pareja al día siguiente, y anda había salido como lo planeó. Sus padres tendrían que negarse ante esa buena oportunidad y él no podría hacer nada.

─ Tranquilo, Sun, ya habrá algún modo de encontrar a alguien o de que aparezcas en la portada... ─ Le animó Felix, palmeando de forma pausada la espalda del pelirrojo.

─ Pues yo no lo creo. Digo, por algo lo quieren a él como buen escándalo y le pusieron esa condición. Yo creo que piensan que no les servirá de nada si no lo ponen ya con un... ─ Haerin frenó sus palabras al ver la dura mirada de Sunghoon y Felix sobre ella, rondando los ojos y dando una palmada a la mesa ─ Bueno, mejor me voy.

Sunoo levantó la mirada para impedirle que se fuera, pero cuando ella le permitió ver hacia el frente, se encontró con un tímido pelinegro que seguía a su mejor amigo para entregarle el estuche de una cámara fotográfica. Entonces, una idea cruzó su mente y lo dejó sonriendo, con los ojos brillando como si hubiera tenido la mejor idea del mundo.