III: Por favor

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Tras una larga discusión con un grupo de chicas de su clase, recibir amenazas juguetonas de una pelinegra de nombre Sakura, y haberse sentido intimidado por los comentarios ariscos de Minnie, el pelirrojo logró obtener el número telefónico del pelinegro llamado Yang Jungwon. Sunghoon lo animó a enviarle un mensaje para reunirse en la cafetería de su escuela en el descanso largo, de modo que, estaba ansioso para cuando llegó la hora.

Con sus audífonos puestos, esperó en la banca de color azul marino en la que había citado al menor, jugueteando un poco con la funda de su celular. Al rededor de seis minutos después de la espera, y de haber perdido la esperanza en que el tímido chico llegara, este se asomó por el lugar hasta dar con él y acercarse.

─ Hola, Jungwon.

─ Hola... Sunoo. 

El pelirrojo sonrió al verlo, haciéndose a un lado para que él pudiera sentarse junto a él y que hablaran con más comodidad. 

─ Bien, creo que debo explicarte por qué te cité aquí, ¿no?

─ Eso me gustaría bastante.

─ Verás, me metí en un lío algo grande...

─ Me lo imaginé, sólo dime, ¿qué materia quieres recuperar?

Sunoo lo miró casi ofendido, negando con la cabeza de forma rápida y sacándole una pequeña sonrisa a Jungwon. Sus ojos ámbar se abrieron de par en par con rapidez, y su boca dejó salir varios "no" en serie, añadiéndole su toque alterado.

─ No es nada de eso, es sólo que... Bueno... Me dieron la oportunidad de salir en la revista ELLE, porque, bueno, soy modelo, claro...

─ Eso lo tengo bien entendido.

─ Y lo que sucede es, que la revista quiere que tenga un fuerte escándalo de noviazgo para que me dejen estar en la portada... ─ Explicó, bajando la mirada hacia sus propias manos y moviendo estas de modo que quedaran dentro de su abrigo ─ Y ya fue por toda la uni a ver si alguien quería colaborar conmigo de esa forma, todos me dijeron que no y así... Pero, creo que tú podrías ser mi candidato perfecto.

Las mejillas de Jungwon se sonrojaron, entendiendo un poco y a la vez nada. Sus ojos también se dirigieron hasta las manos de Sunoo, sintiéndose repentinamente tímido. ─ ¿Qué?

Un suspiro salió de los labios de Sunoo, este volteando a ver al pelinegro, presionándolo para que lo mirara a los ojos. Cuando el contacto visual se logró, él finalmente dejó de darle vueltas al asunto.

─ Jungwon, quiero que seas mi novio falso.


Para el día siguiente, Jungwon tuvo que soportar el ruido incesante de la música fuerte saliendo de las bocinas de la camioneta de su hermano mayor, mientras estaban de camino a la casa de la familia de Sunoo. Porque, había aceptado -luego de un gran soborno por parte del mayor-, y ahora tenía que asistir a una cena con la familia del pelirrojo y los señores que iban a aprobarlo para el escándalo. De paso, Sunoo le había pedido que disimulara lo menos posible su llegada a la mansión, ya que estaba seguro de que lo aceptarían como su pareja falsa y debían comenzar ya las especulaciones.

Sakura, su mejor amiga, había decidido acompañarlo para esperar en el auto por si tenían que huir de imprevisto y ella tuviera que reconfortarlo. Ella, tan amable, había decidido por él lo que iba a vestir, siendo un simple pantalón formal de color negro y una camisa blanca con un moño negro. Sin duda, Sakura lo había sacado de un gran apuro donde había tenido que decidir de forma rápida su vestir, ya que la casa de los Kim quedaba bastante lejos.

─ ¿Segura que no quieres ir? puedo pedirle a Sunoo que me acompañes, para que no te quedes aquí sola...

─ Nah, descuida. Además, Jeongin trajo todo lo necesario para entretenerme por un buen rato. Así que aquí voy a estar bien.

─ Lo dices como si yo fuera solamente tu proveedor de objetos de entretenimiento, Sakura ─ Se quejó el mencionado, negando con la cabeza de forma ofendida.

Sin ellos dos, Jungwon se sentiría perdido. 


La cena, para su gran sorpresa, salió de maravilla. Los padres de Sunoo habían adorado a Jungwon, y los representantes de la revista habían dicho que era el escándalo perfecto, provocándole una actitud ciertamente tímida al pelinegro. Los había dejado encantados a todos.

Así que, no mucho tiempo después, se les vio a ambos juntos por las calles de Seúl, recibiendo un montón de atención cuando "por accidente", la gorra de Sunoo se había caído justo cuando tenía el cubre bocas abajo, dejando en evidencia su identidad. La gente no esperó ni un minuto para comenzar a hablar del asunto en Internet.

HEY, NERD! I NEED A BOYFRIEND  |  SUNWONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora