Confiésame / Jenlisa

Capítulo 31

En la primera bifurcación del camino, las cuatro personas se separaron. En la segunda bifurcación, Lisa miró a Jaehyun y dijo "Voy a la derecha".

"Entonces tomaré la izquierda". Jaehyun trató de cooperar.

"Está bien." Lisa asintió con frialdad. No se despidió y directamente se fue.

"¡Ey!" Jaehyun gritó de repente. Cuando Lisa se dio la vuelta, Jaehyun preguntó cuidadosamente "Si termino encontrando a Jennie antes que tú...".

"Imposible." Lisa interrumpió con impaciencia. Dio unos pasos furiosos hacia Jaehyun y lo miró fijamente. "Señor Jeong, estoy casada con Jennie. Será mejor que deje de pensar en pensamientos tan superfluos".

"Cuanto más te enojas, más expones tu miedo". Jaehyun  se rió entre dientes. "Obligaste a Jennie a casarse contigo por 600 mil millones de wones. Con toda honestidad, te preocupa que ella solo sea buena contigo porque necesita pagarte, ¿Verdad?".

"Esas cosas no tienen nada que ver contigo". Como si la hubieran apuñalado directamente en su lugar dolorido, Lisa dejó caer esta oración sin piedad, luego se dio la vuelta y se fue.

"Sé que no tiene nada que ver conmigo". Jaehyun se dijo irónicamente a sí mismo. No sabía qué le pasaba. No podía evitar querer irritar a Lisa cada vez que hablaba de esas cosas.

Por otro lado, Jennie ya se había separado de las otras dos chicas y deambulaba sin rumbo fijo por la ciudad. La diferencia de temperatura entre la noche y el día era bastante significativa en el sur. Estaría soleado durante el día y haría bastante calor. Bastaba llevar un abrigo fino. Pero cuando se pone el sol, la temperatura bajaria rápidamente.

Jennie se cambió deliberadamente a un abrigo de plumas debido a esto. Sin embargo, ahora también estaba usando la bufanda de Lisa alrededor de su cuello. Tenía un poco de calor, pero al final, Jennie no se quitó la bufanda y solo la aflojó un poco.

Jennie siempre había tenido un pobre sentido de orientación, por lo que definitivamente no podría irse sola. Entonces, incluso antes de que entraran en la ciudad, ella ya había decidido simplemente deambular hasta que Lisa llegara y la encontrara.

Los edificios del pueblo tenían paredes blancas y tejas azules, con los aleros del edificio cubiertos de enredaderas y flores. Se escuchaban ladridos ocasionales en los callejones. Todo esto le dio una sensación de paz y tranquilidad. Jennie descubrió que este paseo era bastante agradable.

"Jovencita, ¿Quieres probar un poco?" Una tía que vendía fideos picantes vio acercarse a Jennie y la saludo calurosamente.

"Sí." Jennie se sentía un poco hambrienta después de su caminata.

"¿Eres de fuera de la ciudad?" La tía conversó con ella mientras preparaba los fideos de Jennie.

"Sí."

"¿De viaje?"

"No, para visitar a unos amigos". Jennie respondió.

"Aquí." La tía puso los fideos en un tazón y lo colocó frente a Jennie. "Muchacha, prueba un poco y ve si es bueno".

Jennie le dio un mordisco con unos palillos y sonrio. "Muy deliciosos."

"¿Qué piensas, prosperará mi negocio?" preguntó la tía.

"¿Acabas de abrir?" preguntó Jennie.

"Sí" La tía sonrió. "Nuestro alcalde planea desarrollar el turismo de nuestra ciudad. Muchos de ustedes regresaron para iniciar negocios, así que también quería probar y abrir un snack bar".

"Oh, bueno, no tendrás ningún problema. Tu tienda seguramente se volverá popular". Jennie se jactó.

"Por cierto, ¿Has visto el letrero cerca de la puerta de la ciudad?" preguntó la tía.