Confiésame / Jenlisa

2 Extra: Lisa de la primera vida transmigra a la segunda vida de Jennie

Como todas las mañanas, Lisa se despertó antes que Jennie. Silenciosamente miró hacia el largo cabello oscuro al lado de su almohada y silenciosamente se sentó para mirar el rostro dormido de Jennie.

Esto era parte de su rutina habitual, ya que era el único momento en el que podía mirar adecuadamente a su esposa. Pero ahora, Lisa se quedó, entristecida por el hecho de que ya no tendría esta oportunidad después de hoy.

Sin embargo, por muy poco dispuesta que estuviera a irse, Lisa tuvo que levantarse. Se limpió, entró en el armario para cambiarse de ropa y luego bajó a desayunar con Jennie. Mientras caminaba hacia la sala de estar, miró hacia su estudio. El repentino recordatorio del acuerdo de divorcio que se había llevado a casa ayer hizo que le doliera el corazón.

Entonces, la señora Hye salió de la cocina. Vio a Lisa vestida con ropa sencilla para el hogar en lugar de la ropa deportiva habitual, por lo que no pudo evitar preguntar "Señora, ¿no saldrá a correr hoy?".

Lisa se sorprendió un poco ante la pregunta, pero aun así ella negó con la cabeza y respondió "Hoy no".

Al pensar en su inminente divorcio, Lisa se preguntó cómo reaccionaría Jennie cuando ella se lo dijera. Seguramente se sorprendería, pero ¿también se alegraría?

"Bueno..." Algo avergonzada, la señora Hye dijo "Ayer, la señora Jennie mencionó que le gustaría desayunar bolas de masa. Actualmente estoy envolviendo las bolas de masa, pero nos hemos quedado sin vinagre. Desde que usted normalmente sale a correr por la mañana, iba a preguntarle si podía comprar una botella de vinagre a la vuelta.

"¿La señora quiere comer bolas de masa?" Lisa inmediatamente se centró en el punto principal.

"Sí, la señora me envió un mensaje anoche y me pidió que comprara algunas bolas de masa para cocinar para el desayuno de hoy. Pero, ¿cómo podría comprar comida del exterior, ah? Quién sabe si es sanitaria y está bien hecha. Decidí llegar temprano y hacerlas yo misma, pero ya no hay vinagre". La señora Hye vaciló un momento y luego dijo "Lo compraré, pero es probable que el desayuno sea un poco más tarde de lo habitual".

"Iré." Lisa detuvo a la señora Hye, que estaba a punto de desatar su delantal. "Continúa haciendo las bolas de masa; yo las compraré",

"¿Lo comprarás? Entonces aprovecharé esta oportunidad para envolver más bolas de masa. Después de todo, hay mucha gente para la que preparar". La señora Hye contó interiormente mientras regresaba a la cocina. A los dos pequeños maestros también les gustaba comer bolas de masa. Hará más bolas de masa para guardarlas en el frigorífico y que los niños puedan comerlas más tarde si se les antoja.

Lisa se puso un suéter blanco holgado, lo que apagó el temperamento frío de ella. Miró a través de la ventana de la sala hacia el auto negro en el patio, luego decidió guardar las llaves del auto en el bolsillo. Esta puede ser la última vez que pueda hacer algo por Jennie, así que dejemos que tome más tiempo.

Lisa salió por las puertas y, bajo la fresca luz de la mañana de octubre, camino hasta el pie de la colina, pasó el paso de cebra recién pintado y entró en el mini mercado recién inaugurado.

"Señora Manoban, ¿qué puedo hacer por usted?" La dueña de la tienda era una tía gorda que obviamente conocía a Lisa por la amplia sonrisa que ella le había dedicado.

Lisa encontró su familiaridad un poco extraña, pero ella no era del tipo curioso, así que simplemente respondió "Vinagre".

"Oh, ¿para bolas de masa?" Preguntó la tía casualmente.

"Si." Lisa asintió tibiamente.

"Entonces, ¿a tu esposa se le deben antojar las bolas de masa?" Dijo la tia mientras sacaba una botella de vinagre. "Esta marca de vinagre es la mejor para las albóndigas".