Confiésame / Jenlisa

Capítulo 16

Cambié a Nayeon por Solar.
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En la oficina de la CEO de empresa Manoban.

Rosé le pasó un contrato recién modificado a Lisa. "Este contrato es probablemente lo más humillante que jamás hayas firmado".

"No seas tan dramática. Simplemente no estamos ganando dinero con eso". Lisa comenzó a leer el contrato, revisando varios detalles importantes.

"Como mujer de negocios, ¿Cómo puedes firmar un contrato que no te hará ganar dinero?" Rosé respondió.

Despues de leer. Lisa lo puso sobre la mesa y dijo con indiferencia "Algún día lo verás".

Rosé inclinó la cabeza. "¿Qué quieres decir?"

"El Jefe de Babel Technology es el hijo del presidente del Banco de Corea del Sur".

"Parte del préstamo que hizo para Kim Entreprises se tomó prestado del Banco de Corea del Sur". Rosé reaccionó inmediatamente cuando escuchó las palabras de Lisa.

"Si." Lisa no lo ocultó. Aunque su empresa tenía un banco pequeño en la ciudad, no era suficiente para un préstamo tan grande.

"¿Era esto parte de los términos de su préstamo?" preguntó Rosé.

"Sí." Lisa terminó de firmar el contrato y lo dejó a un lado. "Mientras tenga algo que ver con la tecnología de Babel, déjalo pasar".

Rosé se sorprendió. "¿Cuánto tienes que pagar? Los accionistas probablemente no estarán de acuerdo con esto".

"No te preocupes por las opiniones de los accionistas de Manoban". Lisa trató de aplacarla. "Monté una empresa externa separada".

"Creo que es mejor pagar la deuda lo antes posible". aconsejó Rosé. "Incluso después de hipotecar algunas de tus acciones de Manoban, todavía necesitas ayudar al hijo de alguien. Y todo esto solo porque querías ayudar a Jennie. Te has convertido en un caso típico de 'hombre perdiendo la cabeza por una belleza! Así que diferente en comparación con la primera vez que te conocí, ah".

Cuando Rosé mencionó a Jennie, Lisa no pudo evitar recordar cuando Jennie lloró en sus brazos anoche. Y esta mañana, cuando se paró junto a la puerta y se despidió de ella.

"¡Ey!" Rosé agitó una mano sobre la cara de Lisa.

"Estoy hablando contigo. ¿Qué pasa con esa risita de hace un momento?"

"Tos... nada". Lisa tosió torpemente.

"Estabas pensando en la señorita Jennie Kim, ¿Verdad?" Tan pronto como Rosé vio su expresión, lo supo. "De todos modos, te ayudé a cortejar a Jennie ayer. ¿Cómo estuvo? Bien, ¿verdad?"

"He firmado el contrato, puedes volver ahora". Lisa Inmediatamente se volvió profesional.

"¡Oye! Te hice un gran favor. ¿Dónde está mi 'gracias'?" Rosé dijo con incredulidad.

"¿No dijiste que "no necesitas agradecerme'?" Lisa la miró.

Rosé no pudo evitar admirar su desvergüenza. Justo cuando estaba a punto de decir algo, alguien llamó a las puertas de la oficina.

"Adelante." Por lo general, la única persona que llamaba a su puerta a esta hora del día era la secretaria Moonbyul.

Efectivamente, cuando se abrió la puerta, Moonbyul entró con dos tazas de café. Le entregó una taza a Lisa y otra a Rosé.

Tan pronto como Rosé vio el logo en el vaso de papel, supo que provenía de cierto café cercano. Haciendo un puchero, Rosé se quejó "Moonbyul, si tu jefa quiere beber esto, es su prerrogativa. Pero, ¿Cómo puedes darme esta bebida también? Ah, ¿Tu sala de descanso no tiene mejores granos de café que este café?".