Supervivientes de Nublar (Español)

Capítulo VI: Los aliados

Yaz despertó lentamente y algo confundida, lo último que recordaba fue estar en el suelo, los cazadores a su alrededor y oír un disparo... Su mente unió los puntos como "Dispararon a Sam y me secuestraron" y se incorporó de golpe, aterrada, jadeando un poco por el dolor y con la respiración acelerada. Todo estaba muy oscuro, lo cual solo la puso más nerviosa, le estaba costando adaptar la vista a la oscuridad y no lograba ver absolutamente nada. Pero sintió una mano sobre la suya, reconoció ese tacto de inmediato y finalmente se calmó.

—Está bien... Yaz... —susurró Sammy— estás a salvo, estamos en casa.

A pesar del dolor en su hombro, Yaz se las apañó para girarse hacia ella y siguiendo su mano, brazo y antebrazo, encontró su hombro y finalmente pudo abrazarla. Sam correspondió al abrazo con fuerza y estuvieron un largo rato así.

—Sam... —lloriqueó sobre el hombro de su amiga— No vuelvas a ponerte en peligro de esa manera, no vuelvas a preocuparme así...

—No podía dejarte atrás.

—Podrían haberte matado.

Sam calló un momento y finalmente rompió el abrazo.

—Yaz... ¿Cuánto recuerdas?

—No mucho, estaba muy mareada, ni siquiera te vi, solo te oí defenderme, te dije que te fueses, luego oí un disparo y me desmayé. No ví cómo me salvaste heroicamente, lo siento.

—Está bien, yo... iré a avisar a Brooklyn de que has despertado.

—No te vayas, por favor —suplicó Yaz tomando su mano.

—Es solo un momento, ahora vuelvo.

La mano de Sam se escurrió de la de Yaz y la chica salió por la puerta de la habitación, dejando a su amiga sola por un momento. Brooklyn no tardó en llegar, pero Sammy no iba con ella, dijo que la había reemplazado en la guardia.

—Oh... —respondió Yaz sin demasiado ánimo.

—No sé por qué, pero siento que preferirías que fuese Sam.

—Lo siento, es solo... que quería decirle algo... pero supongo que puedo esperar a que termine su turno de guardia.

—Bien... ¿Y cómo te sientes?

—Dolorida

—¿Podrías ser más específica? ¿Qué tal tu pierna? ¿Puedes moverla?

Yaz lo pensó por un momento, ni le había pasado por la cabeza su pierna, le dolía, pero no le dio importancia. En cambio ahora se planteaba por primera vez esa pregunta "¿Podía moverla?"

Con cuidado trató de doblar la rodilla y pese al dolor, todo bien, logró sentarse correctamente y mover la pierna. No había quedado coja del todo, eso era bueno, pero el dolor en ciertos movimientos era insoportable.

—Está bien, descansa un poco, hoy no vas a correr una maratón, pero si te cuidas un poco...

—¿Crees que podré seguir corriendo como antes?

—Con un poco de fe...

—No sabía que la fe curase.

—No soy médico, no sé cómo es la curación de un músculo o si se pudo haber roto algo más que no vemos. Solo nos queda tener esperanza y cruzar los dedos para que se cicatrice bien.

—¿Y Sam? ¿Ella está bien? Estaba aquí pero a oscuras no pude ver si estaba herida.

—Solo rasguños, es muy dura.

—¿Y los cazadores? ¿Crees que habrán avisado ya al resto? ¿Crees que volverán? Dijeron que nos necesitaban vivas ¿Por que?

—No lo sé, ni sé si volverán, pero los que los atacaron no han podido avisar al resto, eso seguro.