Capítulo III: Casi Todos Juntos

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Kenji despertó más aturdido que nunca antes en su vida, miró la arena debajo suyo bastante confundido, pero consciente del naufragio, se palpó la cara y se miró las manos como para comprobar que era real y entonces…

—¡Estoy vivo! ¡Estoy vivo! ¡Chúpate esa, mosasaurio!

Gritó y rió mientras comenzaba a incorporarse quedando de rodillas en la arena y sin pensarlo mucho fue a rascarse la muñeca, simplemente porque le picaba, y entonces notó algo que no debía estar ahí, al mirar descubrió el implante extraño, no pegado a su muñeca, sino saliendo de ella. Rascó, pero no podía quitarlo.

—¿Qué diablos…? —exclamó mientras aún miraba el objeto en su muñeca como si tuviera un bicho pegado.

—¡Kenji! —Oyó la voz de Sam llamándole desde lo lejos, se giró y la vio corriendo hacia él, jadeando. Ella se detuvo a su lado y le tendió la mano para ayudarlo a levantarse— Me alegra ver que estás vivo —dijo ella ayudándole a ponerse en pie de un tirón, bastante emocionada y dándole un fuerte abrazo— Por un momento temí que os hubiera comido el mosasaurio.

—¿Y el resto? —preguntó él liberándose del abrazo.

—No sé —respondió encogiéndose de hombros—. Eres el primero que encuentro y llevo un rato caminando ya. La verdad, de milagro he podido encontrarte antes que los compys o los dilos, esta playa está llena, si llegan a haberte visto inconsciente…

—¿Dilos? —Kenji finalmente miró a su alrededor y vio un triceratops pastando entre unos árboles; caminando junto a ellos, otro animal regordete con pinta de dinosaurio, pero que no había visto nunca antes; y por supuesto, había bastantes dodos— esto debe ser una broma… —Con la misma se dio cuenta de que lo que llevaba Sammy no era su bañador y se miró a sí mismo, vestido solo con una especie de bermudas de tela bastante primitiva— …una broma muy rara. 

—Lo mismo pensé, pero parece real, da un poco de miedo y no saber dónde está el resto… —respondió Sam poniendo mala cara, parecía a punto de llorar. 

Kenji tardó un momento en reaccionar, pero la rodeó con un brazo tratando de animarla. 

—Tranquila, seguro que los demás están bien, los encontraremos y encontraremos la forma de volver a casa, todos juntos.

Sammy asintió y sonrió un poco.

—¡Vamos, debemos encontrar al resto!

Y sin decir nada más, comenzó a correr por la playa y a Kenji no le quedó de otra que seguirla, por toda la costa, hasta que el sol comenzó a ponerse y la temperatura bajó bastante. 

—¿Podrías reducir el ritmo? —suplicó Kenji jadeando— el listrosaurio se está quedando atrás —dijo y no mentía, del todo, eran ambos los que se quedaban atrás— y tiene frío, y hambre… —ahora sí hablaba de sí mismo.

Tomó en brazos al animalito y apuró el paso un poco más para alcanzar a Sam que se había detenido bastante más adelante.

—Te dije que no le dieras de comer o no nos libraremos de él, como cuando das de comer a un perro callejero —rió Sam— ahora es tu responsabilidad…

El susodicho animal, por si no sabéis lo que es un listrosaurio, era una animalito pequeño, como un perrito, herbiboro, cuadrupedo, con un pico rodeado por dos pequeños colmillos, ojitos de cachorro y en concreto, el nuevo amigo de Kenji, era de color grisaceo con el lomo anaranjado. Su comportamiento tampoco era muy diferente del de un cachorrito, aprendía rápido y era muy leal al chico que la había dejado comer de sus bayas. 

—Ya, pero tampoco podía dejarlo por ahí solo, los dilos se lo comerían, además, ¿no te recuerda a Bumpy de cachorro? A lo mejor anima a Ben, estaba muy triste por tener que dejar a su amiga atrás.

Supervivientes de Nublar (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora