「 𝙇𝙖 𝙑𝙞𝙙𝙖 𝙀𝙣 𝙈𝙞𝙧𝙖𝙜𝙚 𝙀𝙭𝙥𝙧𝙚𝙨𝙨 」 «𝙎.𝙏.𝙃»

✯ 𝘾𝘼𝙋 𝙄 ✯ 𝙑𝙄𝙎𝙄𝙏𝘼𝙎 ✯

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« 𝙎𝙚𝙥𝙩𝙞𝙚𝙢𝙗𝙧𝙚 𝙙𝙚 2023 »

Una templada y lluviosa tarde pasaba por Station Square en este día. Día tan amargo y cálido, que nadie tenía los antojos de salir de sus casas u hoteles en los que se hospedaban. Sin embrago, aquella lluvia y leves truenos que surgían sin previo aviso no iban a detener a un joven erizo azul, quien iba corriendo por las calles de esta inmensa cuidad.

Cubriéndose la cabeza y púas con su abrigo de cuero gris y botones desabrochados, el joven erizo cruzó con prisa varias calles y esquinas, encontrándose al final de una de estas la famosa tienda de Cerrajería de la cuidad, « Chaos Locksmith » lugar donde su honorable padre le recomendó reparar la llave de su nuevo hogar, ya que según él, aquel Cerrajero era bueno haciendo su trabajo, y a demás de que ya lo conocía desde hace un par de años.. pero eso último nunca se lo dijo.

Sin más, el joven azul abrió la puerta con rapidez y entró sin pensarlo. Habiendo un silencio abrumador dentro, se rompió al instante en el que el joven cerró la puerta de forma brusca, aferrándose a ella como si su vida dependiera de ello, apoyando brazos y manos en la puerta, respirando con pesadez debió a que estaba empapado por la lluvia, pese a que tenía su abrigo de cuero y un sombrero formal gris con una cinta negra azulada.

¿Está bien?... - preguntó una voz viril que se aproximaba a la sala, pasando por el marco de una puerta ubicaba detrás de la barra, a la izquierda de aquel local - Lo escuché algo tenso al entrar.

En ese momento, el joven azul pudo ver al dueño de la voz que escuchó al principio. Era la de un erizo mayor que el, de pelaje oscuro, betas rojas y de piel morena, quien caminaba sereno y serio dentro de la barra donde exponía sus productos, teniendo una vidriera como protector. El dueño de la tienda llevaba una bata y gorro de Cerrajero, ambos de un mismo color, de un verde opaco. Este andaba limpiándose las manos con una servilleta de tela algo ya desgastado.

Ambos al cruzar miradas, sus ojos expresaron brillo y asombro, como si los dos estuviesen siendo atraídos el uno del otro. Sin embargo, el erizo mayor de betas rojas reaccionó primero, mostrándose ahora serio, pero tranquilo.

¿Se le ofrece algo?... - le preguntó nuevamente al joven azul, dejando el desgastado pedazo de tela en la barra, esperando a que el cliente le dijera algo -

No. - respondió el joven azul de forma inconsciente, ya que aún estaba perdido en los ojos rubí del erizo mayor - Digo sí. - volvió a responder, sacudiendo la cabeza ligeramente, volviendo a la realidad, estando ahora algo avergonzado de su anterior respuesta - Y sí, me encuentro bien. Gracias por preguntar. - agregó, respondiendo la antigua pregunta que hizo el mayor, mientras se acercaba a la barra en el proceso - Perdón si fui rudo con su puerta. Es que no me agrada mucho el agua y tenía que entrar rápidamente para no...

El erizo azul dejó de hablar, ya que sentía que estaba hablando de más y que de aparte podría molestarle al Cerrajero. Sin embargo, este lo escuchaba atentamente. Pese a que parecía tener una mirada seria y hasta casi desinteresada, a este le extrañó un poco que el azulado haya dejado de hablar.

¿Te sientes bien?... - preguntó el mayor de ojos rubí algo curioso y extrañado, teniendo una ceja levantada y los brazos cruzados entre sí, mirando al joven erizo directamente -

Lo siento. - respondió el joven cliente algo apenado - Suelo hablar mucho cuando estoy nervioso, o emocionado. - agregó, desviando la mirada y apoyando los antebrazos en la barra de madera, inclinándose un poco para estar mas cómodo - Mi padre se retirará de su trabajo como Conductor mañana, y yo tomaré su mando. - explicó algo decaído -