CAPITULO 02

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Yeonjun  lo había besado.

El castaño insoportable de su clase lo había besado frente a su propio padre, sin detenerse a pensar en las consecuencias y sin siquiera mirar con quien lo estaba haciendo. Sin embargo, lo que más lo angustiaba era el hecho de no haber detenido el beso al instante, quedando paralizado en su lugar.

Era humillante y recién podía notarlo. 

Las cosas se habían complicado de manera tan repentina que casi no fue consciente del agarre fuerte en su brazo a medida que avanzaba hacia el exterior del edificio. Yeonjun no se había detenido a escuchar ni una palabra más de su padre y Beomgyu, no pudo hacer más que mirarlo embelesado antes de ser empujado hacia el estacionamiento.

Una vez ya en el exterior, la secuencia se imágenes lo hicieron enfurecer. 

— ¡¿Que mierda fue eso, idiota?!— soltó enfurecido y avergonzado, zafándose del contacto bruscamente— ¡¿Acaso estás enfermo?! ¿Qué crees que... ¿Novio? ¡¿Acaso dijiste que soy tu novio?! ¡¿Que rayos te hace pensar que puedes llegar de la nada y besarme?! ¡Y aún más, decir que soy tu novio!

— Oye, cálmate.

— ¿Calmarme?— repitió en una risa irónica— ¿Acaso esperas que sonría como bobo y siga tu estúpida mentira? ¿Ahora qué crees que pasará? ¿Tanto me odias que tuviste que—

— ¡Beomgyu cálmate!— soltó siendo consciente de lo que acababa de suceder. Si, quizás lo había arruinado, pero lo único que tenía que lograr era que ese chico dejara de gritar como un loco en la calle, las personas comenzaban a mirarlo con confusión— te lo explicaré y juro que arreglaré esto, pero necesitamos salir de aquí.

Bien, tenía que aceptarlo.

La peor decisión que había tomado desde que tenía memoria, había sido besar a ese pelinegro, de eso estaba seguro. Y aunque algo dentro suyo seguía pensando en el por qué... ¿Acaso necesitaba más motivos del que ya le estaba dando su propio padre?

Claro que no.

Además, debatir internamente no iba a solucionar nada. Beomgyu lo miraba furioso, como si estuviera a punto de lanzarse sobre él y sacarle los ojos con fuerza. Necesitaba llegar a un acuerdo lo más antes posible.

— Mira— murmuró sin saber que hacer para lograr una mínima actitud positiva del chico— lamento lo que sucedió... está bien, no debí hacerlo, pero creo que ambos podemos llegar a un acuerdo, si—

— ¡Ni lo pienses, idiota, ahora mismo iré con el profesor y le explicaré todo!— Y en cuanto el chico se movió con intenciones de entrar en el edificio, Yeonjun supo que tendría que pensar en otras alternativas.

El pelinegro sintió un fuerte agarre en su cintura antes de ser empujado hacia el interior de un auto, los movimientos fueron rápidos y precisos, ni si quiera tuvo tiempo a escapar cuando ya se encontraba en el interior, escuchando como el seguro del vehículo trababa las puertas, después de que el castaño entró junto a él.

Nuevamente, la paciencia se esfumó sin siquiera dejar rastro. Ese maldito castaño no sabía con quién se había metido.

— ¡¿Que mierda haces, idiota?! ¡Abre la puerta ya!— dijo golpeando sin mucha suavidad el brazo del contrario. Yeonjun tomó con fuerzas sus muñecas y lo miró con fastidio ya casi insoportable— ¡Déjame!

— ¡¿Puedes callarte de una puta vez?! ¡Me estás desquiciando!

— ¡Suéltame, imbécil! ¡Si es necesario voy a gritar como un demente!

— ¡Ya lo estás haciendo!

— ¡Suéltame!— gritó completamente furioso, sintiendo el dolor alrededor de sus muñecas.

COLD EYES // Yeongyu Where stories live. Discover now