CAPUTULO 11

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CAPITULO 11

Camino con ellos dos. Necesito estar un tiempo a solas con mis tres hijos. Necesito pensar en todo lo que acaba de pasar.
Mía a desaparecido, abandonando a su hijo pequeño y para colmo Mateo a perdido a su mujer. En este sentido me quedo pensando que asido lo mejor para él.

-Papa - escucho que me dice Izan - ¿Dónde esta la tía Mía? El nene estaba muy triste por qué Mia no estuviera - escucho que me dice, a lo que me quedo alucinado. Como a sido capaz de enterrarse de todo, si es apenas un niño. Cada día me sorprendo más de la inteligencia de mis hijos.

Me pongo a jugar con ellos a correr, a seguirles. No puedo quitarme la sonrisa que me sale, al verles tan felices disfrutar de la naturaleza.

Sonrió, me siento feliz.

De repente noto una vibración, que hace me detenga de golpe. Saco el móvil del bolsillo, sin saber quién me está llamando. Me ha parecido notar la vibración hace un rato. Ahora es mucho más intensa. Miro la pantalla del móvil y veo que es un número desconocido.
Demasiado largo para que sea de nadie.
¿Es del hospital? Pienso al seguir viendo ese número
Lo cojo al instante.

-¿Hola?- Respondo con duda - ¿Quién eres? - digo intrigado por la llamada.

-Hola ¿Hablo con Saul Hernández? - escucho al otro lado de la linea. Me quedo unos segundos para responder a esa pregunta, dudando de quien será. Asiento como si me viera. 

-Si soy yo ¿Quién llama? - pregunto dudando si debería decir la verdad.

-Llamamos del hospital general de Madrid, su mujer al igual que algún de los asistentes a la firma, han tenido un accidente - me quedo con la voz cortado, sin poder saber que decir. Debe de tratarse de un mal entendido.

-No puede - digo negando con la cabeza, aun sabiendas que no me esta viendo - Ella tenia que firmar, dentro de un centro comercial.

-Yo no se nada de eso, señor. Le informo lo que ha pasado, su mujer Laura, ha sido arroyada por un camión - me comenta, algo que hace que tema por su vida - Esta muy grave, debería venir en cuanto pueda. 

-Pero ¿Esta fuera de peligro? - digo cuando noto que una lagrima, recorre toda mi cara. No se si quiero oír la respuesta.

Trago saliva, repetidas veces. Esperando esa respuesta que no llega, parece que ha pasado una eternidad, mientras la espero. En realidad no ha pasado ni medio minuto.

-No señor - escucho que dice el hombre que me esta informando - Debería venir lo antes posible - escucho que vuelve a repetir - Ahora tengo que dejarle, tengo que seguir mi trabajo. Lo siento mucho, señor - Acabo oyendo que dice, el que seguramente sea algún trabajador de recepción.

Me quedo impactado. ¿Laura, podría morir? Eso a querido decirme. 

No se que hacer, se que no puedo dejarla sola. ¿Con quien dejo a mis hijos? Ellos, esta claro que no pueden venir conmigo. ¿Qué hare si muere? ¿Cómo voy a cuidar de tres hijos, yo solo? Miles de preguntan entran y salen de mi mente ha cada segundo, siento como poco a poco me va empezando a doler la cabeza. 

Empiezo a caminar para la casa, se que esto es lo correcto. Dejarlos aquí y ir a ver como esta Laura.

-Vamos chicos- le digo mientras cojo la mano de Quique, que parece no querer ir.

Camino sin apenas mirar por donde camino. Las lagrimas no dejan de caer por todo mi rostro. Después de tanto años con ella, no puedo perderla. ¿Sera el karma, por lo que echo? Me siento muy culpable, yo debería haber estado, mis hijos habrían tenido que estar allí. Todos juntos como una familia.

Sigo caminando, ya no queda mucho para llegar. Limpio las lagrimas restregando mi mano sobre las lagrimas, seguidamente me seco en mi pantalón. Llegamos a la casa, cuando llegamos todos se giran, parece que lo que ha pasado ha quedado en menos. Cuando ven mi cara todos se me quedan mirando, tiene que ser un poema. 

-¿Que ocurre, Saul? - me pregunta mi primo Mateo . - Estas muy pálido, primo.

Trago saliva.

-Mi mujer a tenido un accidente, al parecer han arrollado un camión ha la gente que estaba en la firma de su libro. Se encuentra muy grave, tengo que ir lo antes posible - Volviendo a notar como las lagrimas, vuelven a caer por mis mejillas. No puedo dejar de llorar. 

Laura es la mujer mas importante de mi vida, la que decidí para que fuera la madre de mis hijos.

-Ves - escucho que dice de nuevo mi primo Mateo - Nosotros cuidaremos de tus hijos, coge mi coche - me dice con una sonrisa entrecortada. Dándome las llaves de su bolsillo. 

Las cojo.

-Gracias - digo en un susurro - Chicos - digo agachándome, con Ashier en brazos - Tenéis que quedaros unas horas con los primos - Hago una breve pausa - El papa tiene que ir al medico para ver como esta la mama.

-Nosotros también queremos ir - escucho que me dice Izan. 

-Nos vemos luego - digo dándole a mi tia, he Ashier para que lo coja. Salgo por la puerta ignorando a mis dos hijos mayores y al pequeño que no para chillar y llorar. Se me rompe el corazon hacer esto. Me giro y vuelvo a entrar. No puedo irme, de esta manera.

-Enseguida estaré de vuelta, os lo prometo - digo mientras vuelvo acercarme a ellos para abrazarlos. Antes de que pueda salir por la puerta, escucho de fondo como han puesto la televisión y a saltado la noticia del camión. Es real.

Salgo corriendo hacia el coche . Cojo mi movil y miro las noticias mientras , allí esta apenas unos segundos mas tarde. La noticia que me ha dicho el recepcionista. 

Tengo que llegar enseguida, me quedo pensando. Mientras pongo la llave en el contacto, es un coche bastante nuevo y solo hace falta darle un botón, para que se encienda el motor. -Que viejo es mi coche - susurro.

Conduzco lo mas rápido que puedo, por aquellos caminos de arena y piedras. Siento que si no bajo de velocidad voy a caer, por alguna de estas cequias. Solo quiero llegar, dejo de pensar en ello y corro mas de lo que debería. - Voy contigo cariño - digo en voz alta, como si pudiera oírme.


HOSPITAL UNIVERSITARIO HM MADRID.

Cojo aire repetidas veces, antes de empezar ha correr hacia la puerta del hospital. Miro al frente un segundo y veo que no paran de llegar coches y ambulancias. Corro hacia la puerta, cuando escucho la bocina de un coche que esta apunto de arrollarme. Lo miro y sigo corriendo como si nada hubiera pasado.

Nada mas llegar me acerco a recepción, mientras cojo una bocanada de aire.

-Hola, buenos días - escucho que me dice una mujer - ¿En que le puedo ayudar? ¿Viene por el atentado contra la gente de la firma? - escucho que dice, no parece muy responsable con lo que acaba de decir, obvio el detalle y asiento con la cabeza. ¿Acaba decir atentado? Que coño a pasado?.

-Vengo a ver a Laura Sanchez, me han dicho que esta muy grave. Es la autora, de la novela que se estaba firmando - digo dándole un pequeño, que tal vez hace que la encuentre antes.

-¿Usted es su marido? Que guapo. Hay perdone, soy muy fan de su mujer - dice, haciendo una pausa - Lo siento, mi compañera le acompañara con ella.

Veo que enseguida viene una chica, que me acompaña a una de las habitaciones de la planta superior. ¿Tan grave esta? Cuanto mas arriba, peor esta la gente. Me lo conto un amigo, que trabaja en el mismo trabajo. Cuando llegamos a la ultima planta, la UCI.

-Su mujer se encuentra muy mal, solo podrá verla atreves de ese cristal. Lo siento - me dice señalándome el cristal.

Me acerco lentamente al cristal. No se si estoy listo para verla.

Embarazada a los 18 (3p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora