El viento jugueteaba con su cabello mientras sus ojos no se despegaban del chico que se encontraba a la lejanía. Los estaba mirando. Jaemin al darse cuenta que aquel desconocido le devolvía la mirada decidió unirse a la conversación tratando de evadir esa leve incomodidad que se apoderaba de su cuerpo. —Entonces... ¿por cuánto tiempo se quedará Yooa con ustedes?— Preguntó rascando su nuca, sintiendo aún aquella mirada clavada en su espalda. —La verdad no sabemos, hijo, pero hasta que sea necesario— El chico asintió escuchando lo que aquella pareja tenía que decir. Una sensación extraña iba lentamente escalando por sus hombros hasta penetrar en su cabeza, logrando que volteara en dirección del desconocido, quien ya no estaba. —¿Pasa algo Nana?— Preguntó Yooa, pero el joven negó con su cabeza dándole una sonrisa para tranquilizarla. —Todo bien— La joven chica se abrazó de su amigo por un par de segundos hasta separarse mirándolo con ternura. —Gracias por venir y discúlpame si fue una molestia— Jaemin negó sin dejar de sonreírle. Siempre fue un chico atento y dedicado, por lo que ayudar a quienes quería jamás sería algo que le molestara. —Si quieres puedo venir a cuidar tu departamento de vez en cuando— Los ojos de la chica se iluminaron al instante y volvió a abrazarlo, esta vez por menos tiempo. —¡Gracias Nana! De verdad muchas gracias— Los padres de Yooa agradecieron de misma manera con un cálido abrazo fraternal para finalmente despedirse. La familia se adentró en el auto y comenzaron a conducir mientras Jaemin se despedía moviendo su mano alzada en el aire.
El joven emprendió camino hacia su casa con tranquilidad, esperando un autobús en el paradero cuando repentinamente su teléfono vibró."Que lindo es saber que se irá lejos y ya no estarán juntos, aunque sé que no será para siempre lamentablemente. Quizá pueda cambiar eso."
Jaemin frunció su ceño mirando a su alrededor pero no encontró a nadie, tragó en seco volviendo a sentir como un frío escalaba su espina dorsal y rápidamente bloqueó aquel número. Para su suerte, un bus se estacionó en frente y subió rápido sin pensarlo dos veces. —¿Pero qué mierda?— Se preguntó a sí mismo mirando el número tratando de recordar si lo había visto en alguna parte antes, pero no pudo conectarlo a nada. Su teléfono volvió a vibrar.
"No será tan fácil librarte de mí, pero tranquilo, mi objetivo no es lastimarte."
Su cuerpo empezó a temblar despacio por lo que optó guardar su teléfono en su bolsillo y en un abrir y cerrar de ojos ya estaba cerca de casa. Sus piernas se movían rápido hasta llegar a la puerta delantera de su hogar, trató de regular su respiración y torpemente introdujo la llave en la chapa, entrando finalmente a casa reposando su espalda en la puerta ya cerrada. —¡Hijo, hola!— Dijo su madre saliendo de la cocina para ir a abrazarlo, pero la alegría que sintió al oírlo se volvió rápidamente en preocupación al ver el pálido rostro del chico. —Jaemin mi vida ¿estás bien? ¿Estás enfermo?— Sus manos se fueron a la frente del muchacho mientras que el mismo trataba de apartarse para poder responderle con más calma. —Estoy bien má. Con permiso— Caminó hacia su habitación y decidió sentarse en su escritorio prendiendo la computadora para poder escuchar un poco de música mientras ordenaba sus cosas en un intento de distraerse.
En un desorden de ropa, libros, lápices y demás, Jaemin encontró una fotografía del kínder, sus ojos se achicaron junto a una dulce sonrisa y decidió ir a mostrársela a su madre. —Mamá, mira lo que encontré...— Su brazo se estiró en dirección a la mujer mientras su vista no se corría de la foto. —¡Ay si es mi niño cuando era un bebé!— Tomó aquel papel entre sus manos e invitó al joven a sentarse junto a ella para examinar aquella imagen. —Mira que guapo. Desde pequeño siempre has sido hermoso— Las yemas de la mujer recorrían la imagen tratando de recordar los rostros. —Aquí está Mark, siempre al lado tuyo...— El chico sonrió y así, empezó una tierna conversación sobre sus compañeros de escuela en ese momento, hasta que a la madre de Nana se le pusieron brillantes los ojos y se levantó rápido de su asiento. —Ya vengo— Aquella señora fue a su habitación, buscando una caja polvorienta que estaba en el clóset debajo de un montón de zapatos antiguos. Una vez ya en sus manos, volvió con su hijo. —Mira— Pronunció soplando la tapa para luego abrirla, dejando ver un montón de recuerdos viejos de Na. —Aquí hay fotos que hemos tomado tu padre y yo cuando eras más pequeño y sé que también hay fotos de ti en el kínder entre medio— Jaemin introdujo su mano a la caja, tomando varias fotos las cuales empezó a ojear de a poco. En varias de las fotos, Mark estaba presente, pero también un par de chicos más que recordaba de forma borrosa. —A ellos casi no los recuerdo...— Suspiró despacio y miró a su madre un par de segundos. —¿Puedo quedarme con estas fotos?— La mujer asintió y le pasó la caja para luego darle un par de dulces palmadas en el hombro. —Disfruta tus recuerdos hijo— Nana volvió a su habitación y sin importarle el desastre, se sentó sobre su ropa analizando cada pequeña cosa que había dentro de la caja. Fotos de toda su niñez y adolescencia, pero también un par de dibujos, libros y escritos que hacía cuando era más pequeño. —¿Huh?— Entre sus cosas notó una foto que alguna vez tomaron en una actividad de la escuela, se podían ver a los niños jugando entre todos, pero en el centro se vio a sí mismo junto a un chico que no recordaba, por lo que tomó su celular para tomarle una foto a algunas de las imágenes y así mandárselas a Mark.Lamento molestarte. Mira estas fotos. ¿Los recuerdas?
Markzzz: Claro que si!!! Son Haechan y Jisung
Poco recuerdo de ellos.
Markzzz: Aún mantengo contacto con Jisung, te parece si buscamos a Haechan y nos juntamos todos??? Sería lindo ^_-
Oh, claro, me gustaría.
Markzzz: De dónde sacaste las fotos?
Mi madre las tenía.
Markzzz: En la última que mandaste estás jugando con Chenle, él era del otro salón y ahora es el novio de Jisung ㅋㅋㅋㅋ cosas de la vida
Woah, con razón lo desconocía.
Markzzz: Hablaré con Jisung para ver si podemos juntarnos todos
Sería bueno. Me avisas. :)
Jaemin quedó con un buen sentimiento al recordar a sus amigos de infancia y más al saber que Mark podría lograr que se reunieran. Aún quedaba la duda de qué sería de Haechan y si podría contactarlo, pero ambos harían lo posible para verse a toda costa.
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El paciente perfecto
Misterio / SuspensoJaemin, un psicólogo el cual recién comienza su carrera profesional, se enfrenta con un paciente el cual parecía ser perfecto en todo sentido.