"Hay cosas hechos de pura alegría que no tienen nombre ni antecedentes y estos son los mejores de todos"
Henry Miller
NARRADOR OMNISCIENTE
¿Existía el poder de cambiar el pasado? no, no lo existía. Pero Momo tenía la certeza de que ella podía hacerlo. Marcar una diferencia, gracias a que ese pasado, a veces en las noches no la dejaba dormir en paz. La atormentaba, la hacía dudar sobre todo, hasta de ella misma.
Dejó la ciudad por su familia, y aunque la idea le parecía una mierda, no pudo negar que eso hizo que se acostara y pensara un poco sobre todo. ¿Qué era ese todo? ella no sabía cómo describirlo, pero estar en aquella ciudad la hacía sentir la persona más infeliz de todo el universo, dado que ahí ocurrieron más de una desgracia.
Tanto los Kim como los Hirai se estaban preparando para aquella cena. La señora Kim se había preocupado por decirles aie estaban cordialmente invitados a una cena de bienvenida y a pesar de no ser la única familia que le propuso aquello, ellos declinaron todas las opciones y optaron por irse hacia los Kim.
Más por la opinión de Momo, ya que les informó que eran -y son- una de las familias más relevantes de todo el pueblo, incluyendo que su padre es un pastor, y el más importante de todo aquí. Sin duda, la familia Hirai quería causar una buena impresión.
Momo en su mente estaba maquinando como sería todo, si en realidad Dahyun se pondría tan nerviosa como esta tarde. La vería más de cerca, y no sólo la admiraría de lejos o por unos minutos, sino por horas, y trataría de aprovechar esas horas.
Se consideraba una acusadora de primera, pero por momentos detestaba a muerte esa faceta de ella. Y es que fue así una vez, con una persona muy diferente a Dahyun.
El agua caía como cascada, su cuerpo se relajó, pero no cuenta se dio que tenía más de media hora en la ducha, sólo lo hizo cuando abrió sus ojos y sopló, haciendo ver gotas de agua.
Cerró el agua y corrió a la puerta para salir. Amarrandose un albornoz al cuerpo y deteniendose frente al espejo. Se pegaba leves repasos, se cabello mojado. Apretó los ojos.
—Joder, Dahyun... —no pudo evitar maldecir a la chica que no salía de su cabeza, y no tenía ni una semana ahí.
No sabía cómo iba a poder no recordarla, era su vecina, y su compañera de universidad estaba mas que claro que la iba a tener que ver todos los días.
Momo se miró otra vez al espejo y se proponía solo una cosa. Tener a Dahyun Kim.
***
Dahyun se miraba al espejo, estaba casi lista, pero no mentalmente, tenía una clara idea de que iba a tener que mirar a los ojos por casi toda la noche a Momo Hirai. Una chica que la tomó del brazo y ella le pidió de manera tosca que no la agarrara. Temía al sólo contacto de Momo, y es que era una desconocida.
Pero nadie nunca se había atrevido a mirarla de esa manera. A pesar de Momo ser una chica, con lo cual ella estaba acostumbrada a tratar, tenía algo diferente, no sabía el que. Su actitud era tan distinta, su forma de vestir, algo en ella, no era igual a las demás.
Se tensaba cuando tenía a Momo cerca, era como algo que incrementaba en todo su ser. El cuerpo ajeno de Momo hacía que el de la pelinegra , entrara en un calor y una agitación que no era normal. Su corazón avanzaba a una velocidad diligente.
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Amando La Terquedad De Tu Alma. (Dahmo)
RomanceDahyun Kim era la famosa y muy recatada hija del pastor, claro, famosa por lo hermosa y recatada porque nadie se podía acercar con malas intenciones. Siempre ha sido muy cuidadosa y ordenada, tanto así, que sabe lo que quiere hacer en diez años a fu...